DESDE AFUERA

En la mira, reunión Biden-AMLO

Podría producirse en la frontera, pero primero habrá una llamada telefónica entre el 1 y el 14 de diciembre

OPINIÓN

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José Carreño Figueras/ Desde Afuera/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador busca ahora el mejor momento para felicitar al presidente electo de EU, el demócrata Joe Biden, y restablecer una relación que algunos consideran afectada por la demora en congratular al nuevo mandatario estadounidense.

De acuerdo con versiones circulantes en medios diplomáticos, la formulación incluiría una llamada telefónica que podría producirse el mismo día que el Colegio Electoral certifique la victoria, el 14 de diciembre próximo, acompañada del anuncio de una reunión personal, probablemente en la frontera, a la brevedad posible. Biden tomará posesión el 20 de enero de 2021.

La llamada con Biden, sin embargo, podría producirse antes, en cualquier momento entre el primero y el 14 de diciembre, y los contactos para explorar la posibilidad del encuentro estarían ya en desarrollo.

La decisión última estaba con la Presidencia de la República, que el fin de semana convocó a la embajadora Martha Bárcena, a la que se pidió viajar desde Washington, en un proceso al que no son ajenos ni el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ni el jefe de asesores presidencial, Lázaro Cárdenas Batel.

El establecimiento del contacto personal entre los presidentes de México y Estados Unidos es considerado como prioritario en el marco de relaciones bilaterales entre dos países que comparten una extensa frontera y un enorme comercio, amén de un sinfín de problemas de todo tipo.

En particular, Biden ha expresado interés en establecer una pronta relación en su propósito de modificar la restrictiva política migratoria del presidente Trump.

López Obrador es uno de los pocos gobernantes que no han buscado felicitar a Biden, aunque en el caso del mexicano se atribuye formalmente a la espera de que sea declarado oficialmente como ganador.

El gobierno mexicano señala oficialmente que es reflejo de su tradicional política de no-intervención en asuntos internos de otros países y de la experiencia personal de López Obrador, que en 2006 y en 2012 denunció haber sido víctima de fraudes electorales.

Pero esa postura ha tenido un costo político potencialmente considerable para la relación bilateral. Si bien se espera que el presidente Biden reaccione y exprese su propio interés en la relación, algunos sectores demócratas han manifestado irritación por una demora que ven como secuela de la visita que López Obrador hizo a Trump en julio pasado, para la puesta en marcha del nuevo Tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

Algunas críticas han salido de congresistas hispanos, en especial el texano Joaquin Castro, que preside el grupo de legisladores demócratas latinos, y del diputado Jesús Chuy García, de Chicago. La posibilidad de problemas en la relación bilateral surge como parte de políticas divergentes, particularmente en temas de medio ambiente y generación de energía –Biden promueve el uso de recursos renovables; López Obrador, petróleo y carbón–.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1