Varias casas encuestadoras declaran a Morena como primer lugar en intención de voto en 14 de los 15 estados que renovarán gubernaturas en las próximas elecciones del 2021; Querétaro es el único que se escapa de la marea guinda. Personalmente creo que Nuevo León también debería estar fuera de esa lista.
Hay estados como Baja California o Guerrero donde la elección del 2021 la tienen casi ganada. Pero en Nuevo León se verá de qué está hecho Morena después de arrasar en el 2018.
Hace cinco años, Nuevo León hizo historia al elegir al primer gobernador independiente en la historia del país: Jaime Rodríguez “El Bronco”. Esa hazaña parece muy lejana de repetirse a pesar de que cinco personas ya manifestaron su intención de ser candidatos independientes. Para la anécdota, uno de los más reconocidos es el exregidor de Monterrey, Candelario Maldonado Martínez. Este caballero lleva meses llevando víveres y apoyos a comunidades rurales del estado enfundado en un disfraz de Batman. Ganas de ser diferente le sobran.
Por lo pronto, así se ve el tablero regiomontano:
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La alianza PAN-PRD-MC, configurada en 2018, parece que no se hará presente en Nuevo León. Movimiento Ciudadano tiene dos figuras reconocidas para aventarse solos al ruedo, lo saben y seguramente lo harán. Todo apunta a que la alianza será entre PAN y PRD. Medios y fuentes locales me dicen que el elegido será el hoy senador panista, Víctor Fuentes Solís, quien ha sido diputado local y federal, fue alcalde de San Nicolás de los Garza y hoy ocupa un escaño en el Senado.
Por el PRI iría Adrián de la Garza, ex procurador estatal en el gobierno de Rodrigo Medina y actual alcalde de Monterrey en su segundo periodo. Como procurador (2011-2015) logró bajar la cantidad de delitos de alto impacto como homicidio doloso (-76 por ciento) y secuestro (-27 por ciento), pero el número total de delitos subió (+0.73 por ciento).
El caballo negro podría ser quien resulte el abanderado de Movimiento Ciudadano. Los naranjas tienen a dos posibles y muy viables candidatos que, según, son “buenos amigos”: Luis Donaldo Colosio Riojas y Samuel García. Ambos tienen altos índices de reconocimiento entre los electores neoleoneses. El primero es diputado local. El segundo fue diputado local y hoy está en el Senado. La dirigencia de MC tiene una difícil decisión que tomar porque ambos tienen posibilidades para llegar a gobernar Nuevo León y así ampliar a dos, los estados bajo los colores del partido. Si MC gana la elección, sería un paso definitivo para sacudirse la etiqueta de “partido satélite”. La preferencia ciudadana por lo pronto favorece a García.
En Morena se hablaba de que Clara Luz Flores podría ser la candidata, pero la dirigencia estatal dice que ella no se ha acercado a ellos y que ni siquiera conocen sus ideales. El único que, hasta el momento, ha hecho formal su intención de ser candidato por Morena es el empresario constructor y autodenominado amigo personal de AMLO, Mario Fernández Quiroga.
Haría mal en descontar una posible candidatura del exsecretario de economía Ildefonso Guajardo. Es de los pocos miembros del gabinete peñista que se ha escapado de sospechas de corrupción y quien lideró las negociaciones del T-MEC, su gran botón de orgullo. Al caballero se le ha visto hablar con gente del PRD, MC y PVEM. Aún no hay nada cantado.
En Nuevo León se verá si Morena logra cuajar su proyecto político en el norte industria del país o si debe reforzar ese lado de su proyecto político.
Para llevar
No se deje engañar por la acusación que hizo la FGR contra Peña Nieto por soborno, traición a la patria y delito electoral. De los tres delitos, sólo el primero parece ya estar casi armado; el segundo es una burla, y el tercero tendría que ser definido porque en la ley hay 21 tipos penales diferentes sobre delitos electorales.
La FGR deberá definir de qué delitos electorales lo acusarían. Esto fue revelado en la petición que la Fiscalía hizo para una orden de arresto contra Luis Videgaray, no contra el expresidente. Por lo pronto, no sabemos de ninguna investigación contra el licenciado Peña Nieto.
Haríamos bien en aplicar la de Santo Tomás: hasta no ver, no creer.