APRENDE EN CASA

Cómo vamos en Aprende en Casa-2

La estrategia oficial de educación a distancia confirma muchas de las preocupaciones iniciales. Es un esfuerzo notable, pero insuficiente

OPINIÓN

·
Fernando Ruiz.Fernando Ruiz / Mexicanos Primero / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Estamos en la séptima semana de Aprende en Casa 2, la estrategia oficial de educación a distancia, y se confirman muchas de las preocupaciones iniciales. Es un esfuerzo notable pero insuficiente.

Cada semana se ofrece 2.5 horas de contenidos para educación inicial, 5 horas para preescolar, 12.5 horas para cada grado escolar de primaria, 15 horas para cada grado de secundarias, 20 horas para estudiantes de bachillerato y 10 horas para aquellos que cursan los bachilleratos comunitarios. Sin contar las tres primeras semanas de contenidos de repaso, hasta la semana pasada llevamos 471 horas de programación. Esto representa aproximadamente la mitad del tiempo que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) de primaria y secundaria tendrían asegurado en las escuelas y en el caso de preescolar un porcentaje menor ya que los contenidos televisivos ofrecidos en esos niveles no son por grado escolar.

La calidad en la conducción de las clases es muy variable. Aunque es un acierto la producción de sesiones con un conductor televisivo y un maestro del servicio público su atractivo es variable. El interés que despiertan depende de la calidad del guión y las habilidades comunicativas de los maestros. Es esperable que vayan mejorando con el paso de las semanas. En las clases de secundaria el profesor tiene la conducción exclusiva pero en escenarios de menor atractivo visual. En bachillerato todo se deja al ingenio de videos elaborados en localidades externas.

Una limitación importante es que se replican las clases tradicionales, en donde el maestro expone los temas y el alumno recibe pasivamente la información. Replicarla en la situación actual no facilita el aprendizaje. Asimismo, están dejando escapar la oportunidad de involucrar más a NNAJ en el diseño, dinámica y conducción de los programas.

Ofrecer la oportunidad para que un número mayor de NNAJ reciban igualitariamente los mismos contenidos que sus compañeros y amigos es loable y destacable pero deja el aprendizaje sujeto a las condiciones y situaciones de las familias. Por ejemplo, a pesar de las ventajas de la cobertura televisiva ésta sigue siendo inaccesible para el 6% de las familias, lo cual implica que 1,567,084 de estudiantes no tengan acceso a este tipo de clases.

Una ausencia notable es que no existen contenidos específicos para educación indígena con la violación de derechos que esto implica. Aplaudimos los cuentos y fábulas en lengua indígena –aunque es deseable indicar qué idioma utilizan- y la incorporación de clases bilingües a partir de la quinta semana, pero es notoriamente insuficiente para el aprendizaje de las lenguas indígenas maternas.

Esta situación ha agravado la crónica y permanente exclusión educativa presente en el Sistema Educativo Nacional (SEN) y se vislumbra una ampliación significativa de las brechas de aprendizaje entre NNAJ. Ante esto es significativo y preocupante que en el PPEF 2021 no haya un solo peso destinado a la recuperación y fortalecimiento de los aprendizajes tras la pandemia, como si nada hubiera pasado. Y no sólo eso sino que los montos destinados para revertir los bajos resultados educativos serán reducidos en 84% para el siguiente año si no hacemos nada para evitarlo.

Todos los gobernantes mexicanos han buscado minimizar los graves problemas educativos pero en una democracia real el futuro de los niños no debería depender de la decisión de un solo hombre.