De cara a las primeras horas tras el paso del huracán Beryl por Quintana Roo, fuerzas federales y estatales proyectan un plan de acción para apoyar a la población que pudiera resultar afectada.
Por ello, 8 mil 500 elementos del Ejército y la Guardia Nacional han sido desplegados a la Península de Yucatán, con el objetivo de realizar labores de rescate y vigilancia durante los próximos días.
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“Mañana lo primero que vamos a hacer una vez que las condiciones climatológicas nos lo permitan, vamos a salir con todo el personal que tenemos de Guardia Nacional y personal militar a hacer una evaluación de daños”, señaló uno de los mandos militares desplegados en la zona.
Al interior de un centro de mando ubicado en Quintana Roo, tanto los mandos militares como la gobernadora de la entidad, Mara Lezama, coordinan las acciones a seguir ante el paso del meteoro, de categoría 3.
Un plan de tres fases
Tras el paso del huracán Beryl, la evaluación de los daños es el primer paso para poder realizar una estrategia efectiva de apoyo a la población y para ejecutar las labores de rescate necesarias.
“Tenemos qué determinar cuáles son las zonas más afectadas para entrar en una fase de auxilio. La fase de auxilio implica precisamente sacar a las personas que estén en calidad de damnificadas, primero asegurar su vida, su integridad física, llevarlas a zonas seguras para, lo más pronto posible, pasar a la fase de recuperación.
“En esta fase de recuperación es cuando ya vamos a llevar los apoyos de los cuales disponemos, a llevar la cocina comunitaria para que ya empiece a producir comida lo más pronto posible para que podamos alimentar a la gente que no tenga la posibilidad de hacerlo”, explica el mando militar.
Durante este tiempo, la Guardia Nacional realizará labores de vigilancia para evitar que se produzca saqueo o rapiña en las localidades afectadas por el paso del huracán, por lo que las personas desplazadas por el meteoro pueden tener la seguridad que sus cosas serán bien resguardadas.
Por último, se permitirá el regreso de los afectados a sus hogares de forma paulatina, dependiendo de las condiciones de sus hogares y siempre cuidando la integridad y seguridad de las personas.