La empresa Grupo Xcaret pretende construir un complejo turístico de nueve hoteles en el municipio yucateco de Santa Elena, muy cerca de la zona arqueológica de Uxmal, lo que provocaría la deforestación de casi 160 hectáreas de la selva maya, entre otros impactos negativos para el hábitat.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), marcada con la clave 31YU2024UD049, los hoteles tendrían una capacidad máxima de 16 mil 200 huéspedes, es decir, casi cuatro veces la cantidad de pobladores que viven en la localidad de Santa Elena, lo que podría impactar directamente a su medio ambiente y al acceso a servicios como el agua potable.
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En ese documento se explica que necesitarían cuatro años para la preparación del sitio y otros seis para la construcción, mientras que esperarían que el proyecto turístico e inmobiliario tuviera una duración mayor a 100 años.
Al respecto, la asociación civil Greenpeace México presentó el 19 de julio pasado a la Semarnat una serie de comentarios y alertas respecto a esa MIA, sobre todo porque el complejo se pretende construir dentro de una zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, haciendo un llamado a la no urbanización de la selva maya.
De acuerdo a la información presentada por Xcaret, también se contempla el desarrollo de macrolotes en diversas secciones del terreno, en los que pretenden desarrollar más proyectos turísticos y espacios residenciales, lo cual ampliará aún más los impactos ambientales durante los próximos años.
La asociación internacional sostuvo que un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160 hectáreas, lo que implicaría talar alrededor de 165 mil árboles. Esa intención de deforestación responde a la necesidad de excavar el predio hasta 36 metros de profundidad para introducir elementos ajenos al escenario natural de la zona, entre ellos, cascadas y ríos artificiales.
Además, el requerimientos de agua para la operación del proyecto ascienden a un volumen de 6 mil 500 m3 al día, lo cual suma 2 millones 372 mil 500 m3 al año. Este consumo supera 22 veces al volumen anual concesionado para el uso urbano de todo el municipio de Santa Elena. En contraste, actualmente solo la mitad de la población local tiene acceso al agua potable, según el censo del Inegi de 2020.
De igual forma, en el predio del proyecto se encontraron especies de aves sujetas a protección especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Estas son el pavo ocelado (Meleagris ocellata), el búho virginiano (Bubo virginianus spp. mayensis), el loro de frente blanca (Amazona albifrons) y el loro yucateco (Amazona xantholora).
“Lejos de proponer una verdadera prevención para evitar desplazar a las aves con el proyecto, la empresa se limita a realizar actividades de ahuyamiento, rescate y desmonte gradual”, criticó Greenpeace.
Por tal razón, exhortó a la Semarnat a que niegue la autorización de cambio de suelo solicitada por Grupo Xcaret, ya que más allá de los riesgos e impactos enunciados en la respectiva Manifestación de Impacto Ambiental, en el mediano y largo plazo su implementación conduciría a un escenario de creciente urbanización y especulación inmobiliaria que contribuirían a grandes afectaciones a la cultura y biodiversidad de la selva maya.
brc