Con el objetivo de recordar a sus desaparecidos desde un punto de vista diferente, más humano, diez colectivos de madres buscadoras de Guanajuato colaboran en la segunda versión del Recetario para la memoria, libro que recopila las recetas de los platillos que más les gustaban a sus hijos.
Las 80 recetas que posee la segunda edición de este libro, realizado con el apoyo de colectivos ubicados en nueve municipios del estado de Guanajuato, no solo pretenden ofrecer una alternativa gastronómica, sino visibilizar la lucha de las mujeres y sus familias por la localización de sus seres queridos.
“Es una manera de no dejar que caigan en el olvido a través de las quesadillas de flor de calabaza. A los familiares nos llena de amor y paz y es una manera de trascender”, señala María Elena Rodríguez, integrante del Colectivo ¿Dónde están Acámbaro?, y cuyo hijo fue levantado por un grupo de la delincuencia organizada en 2019.
El tomo, coeditado por la Universidad Iberoamericana de León, no solo cuenta con las recetas, sino con las historias de lucha de las familias que, en la mayoría de los casos, no han podido localizar a sus seres queridos aún.
“Este recetario está hecho con mucho amor, con mucha fe, con mucha alegría, con esa poquita esperanza de que nuestros hijos regresen a casa algún día. Cocinar ese platillo que a mi hijo tanto le gustaba me hace sentir muy halagada.
“Es muy triste vivir la violencia que estamos viviendo en nuestro estado, saber que en nuestras tierras tan hermosas, nuestros campos de cultivo que nos daban todos estos frutos de los ingredientes de las comidas, ahora ahí estamos buscando a nuestros hijos”, argumentó Martha Cecilia Cruz, del colectivo Madres guerreras de León, quien intenta encontrar a su hijo desde 2017.
Compartir los sabores que las conectan con sus hijos, ayuda a estas mamás a enfrentar el trago amargo que simboliza la búsqueda incesante de su paradero.
“Es un sendero de sufrimiento, de dolor, de angustia y lo convertimos en algo bonito, agradable, con recuerdos bonitos, olores agradables que nos regresan a los tiempos cuando ellos estaban”, complementó Alma Lilia Tapia, integrante del colectivo Salamanca unidos buscando desaparecidos, y quien perdió el rastro de su hijo en 2018.
De acuerdo con los editores del libro, las ganancias que se obtengan por la venta del tomo serán destinadas al financiamiento de los colectivos de búsqueda del estado de Guanajuato.
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