Los elementos de la unidad operativa del Ejército Mexicano reciben constantemente adiestramiento para estar en condiciones óptimas para cumplir con las misiones que les son asignadas.
El 80º Batallón de Infantería acaba de regresar de operaciones en el municipio de Uruapan, Michoacán, después de mes y medio de prestar servicio en contra la delincuencia organizada y tareas de seguridad, como patrullajes en moto, y a pie, establecimiento de puestos de seguridad y auxilio a la población, tras los sismos del 19 y 22 de septiembre.
Un pelotón realizó un circuito de adiestramiento, el cual consiste de 15 obstáculos, a través de los cuales cada uno de los soldados, ataviados con todo el equipo, demostraron sus habilidades y pericias para cumplir con las funciones y tareas asignadas y lograr terminarlo en tiempo y forma.
El teniente de Transmisiones, Gerardo Tenorio Moreno, lideró el entrenamiento y explicó como cada uno de los obstáculos capacitan a los soldados para ejecutar tareas de la vida real.
Añadió que además del entrenamiento físico, los miembros del Ejército reciben capacitación teórica a través de clases, talleres y cursos en diversos temas y disciplinas, como primeros auxilios y los protocolos de acción y protección para apoyar a la población civil ante desastres naturales por medio del Plan DN-III-E.
“Los soldados, a través de estos circuitos y de las academias impartidas, logran desarrollar un adiestramiento práctico y progresivo, el cual consta de cinco niveles, que van aumentando la destreza, por medio de los cuales se busca que adquieran los conocimientos, las habilidades y las actitudes que garanticen el cumplimiento de las tareas y misiones que les sean asignadas”, dijo para El Heraldo de México el teniente Tenorio.
MAAZ