Después de que en el primer año de la pandemia por COVID-19 aumentó el número de suicidios en la Ciudad de México, en 2021 hubo un descenso de este tipo de actos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de 2019 a 2020 aumentaron 92.3 por ciento: de 234 a 450; mientras que de 2020 a 2021 disminuyeron 21.7 por ciento: 450 a 352.
Es una situación contraria a la que se vivió en el país, ya que desde 2017 a 2021 se ha mantenido una tendencia a la alza.
Cada año, el Día Mundial para la Prevención del Suicidio se conmemora el 10 de septiembre.
La crisis económica que ha representado la pandemia, así como el confinamiento son elementos que han influido en esta situación.
La revista Medicina y Ética, editada por las facultades de Bioética y Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac, publicó un artículo denominado Suicidio: el impacto del COVID-19 en la salud mental, donde señala posibles factores.
"Uno de los principales (factores) radica en la crisis económica y laboral mundial, que está estimada en la pérdida de casi 25 millones de empleos, según la Organización Internacional del Trabajo.
"La crisis económica y laboral, sin duda, conlleva alteración en el autoconcepto y autoestima, estrés exacerbado, desestabilización emocional y sentimientos de vergüenza; culpa, frustración y pérdida que están asociados con ideas sobre la muerte y gestos suicidas", sostiene el texto firmado por Érika Benítez Camacho, quien es miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana y de la Academia Nacional Mexicana de Bioética.
Otro de los elementos es el confinamiento que vivieron las personas a causa del COVID-19.
"El confinamiento incrementa el riesgo de tener problemas interpersonales, de presentar cambios en el estado de ánimo, de aumentar el consumo de alcohol y sustancias ilegales, y de vivir o ser testigo de violencia intrafamiliar y abuso sexual, sobre todo hacia las mujeres y niños.
"El aumento de estresores rebasa los mecanismos de defensa y estilos de afrontamiento que se empleaban habitualmente, lo que exacerba la sintomatología de aquellos que ya presentaban trastornos mentales o incluso genera cuadros de depresión, ansiedad, trastorno de estrés agudo y trastorno de estrés postraumático, los cuales, aunados a un sentimiento de desesperanza y a la dificultad para proyectarse en el futuro, conduncen a ideación o intento de suicidio", se explica a detalle en el artículo .
MAAZ
