La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) trasladó a Sinaloa un total de 29 leones y tres simios rescatados del santuario del Ajusco, Black Jaguar-White Tiger, el cual fue clausurado por presunto maltrato animal.
Durante la presentación de los nuevos ejemplares en el Zoológico de Culiacán, estuvo presente el ambientalista e Arturo Islas, quien denunció el mal estado de salud en el que se encuentran los felinos.
Dijo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se ha encargado de obstaculizar e incluso de frenar el rescate de los felinos de Black Jaguar-White Tiger, lo cual ha puesto en riesgo la vida de más animales como la leona Lucky, que ya está en muy mal estado de salud por no permitir que sea atendida.
Lamentó que en el refugio hay varios animales ciegos, con estrabismo y diversos padecimientos que ponen en riesgo su vida, pero esto no parece importarles a las autoridades.
“Les valen los animales, les importan sus puestos, pues ahora porque me llamo Arturo vamos a pedir la comparecencia en el senado de la Procuradora Blanca Alicia Mendoza y del subprocurador y así tenga que hacer alianzas con los que me caen gordos, las voy a hacer porque me estoy lamiendo los bigotes porque la despidan”, expuso.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) Ernesto Zazueta Zazueta, dijo que al día de hoy se han sacado alrededor de 85 felinos de los 203 que se tenían en el santuario en el Ajusco.
Lastimados y desnutridos llegaron al zoológico de Culiacán
En el Zoológico de Culiacán un león dorado e imponente observa la jaula vecina, el felino de melena larga y músculos bien definidos, contrasta con los leones que se encuentran en el otro extremo. No se parece en nada a los nuevos, a los vecinos recién llegados cuyo punto de partida fue el santuario Black Jaguar, que a decir de ambientalistas es el mismo infierno para los animales.
Del otro lado del cristal hay caritas tristes, ojos fatigados y cuerpos huesudos producto de la desnutrición. A simple vista se aprecia el dolor y la incertidumbre.
Los nuevos inquilinos están desorientados, con laceraciones en el rostro producto de un hongo que no fue atendido en su momento y hoy duele. Los ejemplares ya no tienen melena y esto se debe a la baja producción de la hormona sexual testosterona, ya que en Black Jaguar estuvieron encerrados con otros machos y no tuvieron oportunidad de buscar pareja.
Sus colas están peladas, ya que a raíz del estrés comenzaron lamiéndola, el deterioro del rabillo fue tanto que se fueron lacerando y probaron su propia sangre, a la cual ya se han acostumbrado.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), ha sido clara, los animales podrían morir, pero se hará lo posible por salvarlos y darles una vida digna, una vida que les fue negada durante años en aquel santuario de dolor y sufrimiento.
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