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Mente Mujer: Con "Ni una repartidora menos", trabajadoras de plataformas de entrega a domicilio luchan por su seguridad

En México, 85% de las repartidoras ha sido víctima, en al menos una ocasión, de acoso. Haciendo comunidad y cuidándose entre ellas, un grupo de mujeres repartidoras busca hacer la diferencia

Mente Mujer: Con "Ni una repartidora menos", trabajadoras de plataformas de entrega a domicilio luchan por su seguridad
El fin es cuidarse entre ellas durante todo el tiempo que se encuentran en servicio Foto: Leslie Pérez

Acoso, discriminación, desigualdad económica, agresiones sexuales y hasta secuestros; es a lo que se enfrentan a diario las repartidoras de la Ciudad de México, quienes en busca de un trabajo con horarios flexibles y, sin ningún tipo de seguridad social, se han encontrado con graves riesgos al transitar por la ciudad.

“Una de nuestras compañeras estuvo secuestrada durante una semana por un cliente, afortunadamente pudo escapar, pero no pasó nada, el acto no tuvo ninguna consecuencia”, asegura Paola Ángel, quien es fundadora de “Ni una repartidora menos”, colectivo que, desde junio de 2020, busca generar comunidad entre mujeres que trabajan en apps de entregas a domicilio. 

(Foto: Leslie Pérez)

De acuerdo con el informe “Este futuro no aplica” de Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre Desigualdad, 85% ha sido víctima en al menos una ocasión de acoso, por lo que Paola vio la urgencia de crear una red de apoyo, para “que ninguna compañera pase por situaciones de peligro”. 

Actualmente el grupo está conformado por 95 mujeres y el fin primordial es cuidarse entre ellas durante todo el tiempo que se encuentran en servicio: comparten sus ubicaciones, generan mapas de riesgos y se apoyan cada que alguna tiene un accidente o incidente.

PELIGROS LATENTES

“El acoso de los clientes, empleados de los restaurantes, de los mismos repartidores e incluso de los transeúntes que llegan a toquetear a las chicas cuando van en trayecto, es el pan de cada día en este trabajo. En mi caso, tengo que trabajar de esto para poder atender a mi hijo, soy madre soltera. Muchos me dicen ‘Métete a un trabajo bien, formal’, pero no se dan cuenta que, al menos en mi caso, tengo que responder a mi rol de madre e hija, y este trabajo me lo permite”, indica Aline Oropeza, miembro de “Ni una repartidora menos”.

“Las repartidoras nos enfrentamos a muchas situaciones que van desde que nos pidan el teléfono, nos salga un cliente desnudo, hasta que usuarios intenten violarnos o secuestrarnos”, refiere Paola, quien en sus mejores días llegaba a trabajar hasta 12 horas seguidas, pero ahora con las labores que tiene con “Ni una repartidora menos”, sólo puede hacerlo por tres horas.

“Entre reuniones con gobierno y directivos de las plazas, para ganar espacios para las repartidoras hay veces que sólo puedo repartir un par de horas al día. Yo, al igual que muchas de mis compañeras, soy madre soltera y estoy amenazada de muerte por estar luchando por los derechos de las repartidoras; ya no puedo repartir como antes, ahora tengo que estar acompañada para que nadie me esté persiguiendo (hace dos años, ocho hombres trataron de golpearla en las inmediaciones de la plaza comercial Manacar). He recibido mensajes horrendos, para mí esto es otro peligro extra. He levantado denuncias, pero lo hago para que ninguna otra compañera tenga que pasar por violencia y acoso. Necesitamos levantar la voz”.

SORORIDAD SOBRE RUEDAS

Una de las fortalezas de “Ni una repartidora menos” radica en la empatía y comunidad que han generado: “A pesar de que no nos conocemos la mayoría, sé que están ahí para apoyarme si es que las necesito, tanto en lo laboral como en lo emocional. Afortunadamente a mí no me ha tocado ser víctima de acoso, no sé si sea por mi carácter o porque salgo a repartir con mi esposo”, comenta Areli Piña, quien acaba de unirse al grupo.

Otro de los peligros de las repartidoras es rodar por las avenidas de la ciudad y recibir muy poco por cada entrega: “Es una ciudad peligrosa, es un caos transitar por Reforma, Insurgentes, Periférico, no es sólo un reto físico, sino de habilidad al volante, hay conductores que te avientan el coche porque sí, a eso súmale que a veces no te dejan ni un peso de propina o, peor, descubres que alguien ya te va siguiendo, pero siempre tienes el respaldo de las chicas, nos vamos cuidando entre nosotras”, relata Miriam Martínez, también miembro activo de “Ni una repartidora menos”.

BRECHA SALARIAL Y DE GÉNERO

A pesar de que ellas no creen que tengan alguna desventaja con los hombres a la hora de repartir, sí existe una brecha salarial, “a veces nos rifamos más que ellos”, asegura Areli. De acuerdo con el informe “Este futuro no aplica” un repartidor gana por semana alrededor de 2 mil 562 pesos, mientras que una mujer en promedio al mes puede llegar a obtener entre 4 mil o 5 mil pesos mensuales.

A esto se suma que las repartidoras sufren de acoso, discriminación por parte del personal de los negocios, “nos pasa mucho que los restaurantes o las plazas nos niegan el uso del sanitario”, refiere Aline: “Y de apoyo por parte de las apps ni hablamos, el seguro social sería un sueño; en cambio el mensaje recurrente que tenemos por parte de ellos cuando algo pasa es: ‘Qué lástima, esperamos que te recuperes pronto. Esperamos que puedas seguir rodando con nosotros’. Sea cual sea el problema que tengamos simplemente desaparecen”, finalizó Paola.

PRINCIPALES PELIGROS

  • Acoso. 
  • Discriminación. 
  • Desigualdad económica. 
  • Agresiones sexuales. 
  • Secuestros. 

APOYO DE NI UNA REPARTIDORA MENOS:

  • El fin es cuidarse entre ellas durante todo el tiempo que se encuentran en servicio. 
  • Comparten sus ubicaciones. 
  • Generan mapas de riesgos. 
  • Dan apoyo por accidentes o incidentes. 

DISCRIMINACIÓN

  • Les pasa mucho que los restaurantes y las plazas les niegan el uso del sanitario y el acceso por las puertas principales.

FACTOR ECONÓMICO

  • Los hombres llegan a ganar 2 mil 562 pesos semanalmente, mientras que una mujer, en promedio, gana entre 4 mil o 5 mil pesos mensuales.

NULO APOYO DE APPS

  • Ninguna app de entrega a domicilio se compromete con nosotros, todo el riesgo recae en quien se anima a ser repartidor.

PODER FEMENINO

  • Una de las fortalezas de Ni una repartidora menos radica en la empatía y comunidad que han generado. 

NÚMEROS  

  • 2020, año en el que surgió Ni una repartidora menos.
  • 95 miembros activos tiene su grupo.
  • 85% de las repartidoras ha sufrido algún tipo de acoso.
  • 4 mil pesos mensuales, en promedio, ganan al mes.

FRASES

“Una compañera estuvo secuestrada durante una semana por un cliente, no pasó nada, el acto no tuvo ninguna consecuencia”, Paola Ángel, fundadora de “Ni una repartidora menos”.

“A pesar de que no nos conocemos la mayoría, sé que están ahí para apoyarme si es que las
necesito”, Areli Piña, miembro de “Ni una repartidora menos”.

“Es una ciudad peligrosa, es un caos transitarla no es sólo un reto físico, sino de habilidad al volante, hay conductores que te avientan el coche porque sí”, Miriam Martínez, miembro de “Ni una repartidora menos”.

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