El monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, fue entrevistado por Salvador García Soto para hablar sobre el asesinato de los sacerdotes Javier Campos, Joaquín Mora, así como del guía de turistas Pedro Palma.
Durante la charla para El Heraldo Media Group, el religioso aseguró que el ser humano suele luchar contra el bien y el mal, por lo que lamentó que, en su perspectiva, parece que la parte más oscura de la humanidad es la que está ganando.
"Como pastores sufrimos con los que sufren, lloramos con los que lloran", dijo.
"Lo que ha pasado con estos dos sacerdotes jesuitas es solamente una parte", agregó.
Calificó la violencia como una situación que está llegando al límite en el país, debido a que hay 27 sacerdotes que han muerto durante el sexenio.
Agregó que los clérigos no tienen miedo de luchar por su deseo de ayudar a los demás, como así pasó con los padres Javier y Joaquín. A esto sumó que el Papa puso en evidencia el problema que hay en México y el cual sufre la ciudadanía.
La Iglesia católica, dijo, invitó al Gobierno de México replantear su estrategia ante el crimen y actuar de manera inmediata al dejar de negar lo que ocurre en el país.
"Hemos pensado que la familia es la clave. Si nosotros ayudamos a que la familia esté sana, la sociedad estará sana", dijo.
Pidió a la población a ser sensibles ante lo que ocurre y actuar desde su trinchera para convertirse en artesanos de paz para darle la espalda a la violencia.
Aseguró que los pastores no dejarán su misión sin importar el peligro, pues decidieron luchar por las personas, por la verdad y la dignidad, así como se los ejemplificó Jesús.
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