Bajo los rayos de un sol que abrazó a más de 25 mil ciclistas, según datos de la Sedena, se abrieron al público las puertas del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Así los miles de asistentes respondieron a la convocatoria para conocer lo que será el tercer aeropuerto más grande del país, con el paseo dominical en bici.
En un circuito de 24 kilómetros, los ciclistas conocieron, algunos por primera vez, las instalaciones de la Base Aérea Militar número 1 y parte de su flotilla de aviones; la torre de control de tráfico aéreo, las pistas de despegue y aterrizaje del AIFA, así como los museos de Aviación y del Mamut.
El recorrido inició en la terraza de la Plaza Mexicana, que es la zona de estacionamiento que cuenta con tres niveles y en donde se llevaron a cabo actividades como adiestramiento canófilo y un evento musical, por parte de las bandas de guerra y grupos vocales del Ejército. Una rampa fue la salida de arranque para comenzar el recorrido, que contaba con centros de hidratación a lo largo de todo el paseo.
Elementos del Ejército y la Guardia Nacional indicaban la ruta a seguir, incluso para quienes decidieron llegar al AIFA en bicicleta se facilitó el transporte desde la entrada en camiones militares para recorrer la distancia de cinco kilómetros hasta el lugar donde comenzaría el evento.
“Faltan algunas señalizaciones para poder llegar hasta aquí, hicimos tres horas de camino desde la Ciudad de México, pero valió la pena conocer las instalaciones”, comentó Eduardo quien venía acompañado de su familia.
Por su parte Enrique, también por curiosidad, viajó desde Coyoacán con su bici para poder rodar sobre las pistas que ocuparán los aviones comerciales próximamente. Sus cuatro horas de camino, ida y vuelta, tuvieron su recompensa.
Otro grupo de ciclistas se aventuró a pedalear desde el municipio de Chimalhuacán, en un recorrido de más de 60 kilómetros.
“La intención es reapropiarnos del espacio público al trasladarnos por las vías principales, haciendo conciencia de la educación vial, abriendo más oportunidades de traslado y respetándonos todos”, compartió Orlando, del Colectivo Cultural Comunitario de Chimalhuacán.
El trayecto por las instalaciones lleva más tiempo del esperado, pues hay que tomarse la foto del recuerdo en algunos de los espacios, que también incluyen el Tren Olivo y el Tren Histórico Cultural.
También pudieron apreciarse el muro monumental de bienvenida, el área de documentación, prepuentes de abordaje, filtros de seguridad y locales comerciales, así como un hotel.
“Es un privilegio que este tipo de obras llegue aquí pues significa que habrá progreso para las comunidades aledañas”, aseguró Noel, vecino del municipio de Tecámac, colindante con el aeropuerto.
Las vías de acceso al AIFA aún son insuficientes y aunque se ven los trabajos del Mexibús y el Tren Suburbano, tardarán un año en concluir.
Hasta último momento seguían llegando familias para conocer el AIFA con este inolvidable paseo.
PAL