A una semana de dar positivo a COVID-19, el obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, monseñor Francisco Villalobos Padilla, fue trasladado a un hospital de Saltillo para recibir una atención más personalizada tras presentar un deterioro en su salud, según se informó.
El contagio del obispo emérito se confirmó el pasado jueves 27 de enero. Ese día, la Diócesis detalló que Villalobos estaba resguardado en su domicilio, sin síntomas de coronavirus y su estado de salud era estable.
Sin embargo, la mañana de este jueves se informó que Villalobos, quien el martes pasado cumplió 101 años de edad, pasó una noche complicada, en la que estuvo “intranquilo” y con dificultad para seguir indicaciones, aunque se encontraba todavía en los parámetros normales y sin síntomas por COVID-19.
Luego, al filo de las 16:00 horas, la Diócesis de Saltillo informó a través de un comunicado que “por disposición médica y ante un deterioro en su salud; monseñor Francisco fue trasladado para recibir una atención especializada”.
Para este sábado estaba programada una celebración eucarística para festejar su cumpleaños 101, sin embargo, debido a su estado de salud, se pospuso para una fecha posterior.
Cabe señalar que, el mismo día que se confirmó el contagio de COVID-19 del obispo emérito Villalobos, la Diócesis informó del fallecimiento de su hermana, Cristina Villalobos, cuyo deceso se registró en Guadalajara, Jalisco.
Villalobos Padilla asumió como obispo de la Diócesis de Saltillo en octubre de 1975 y, 25 años después, en marzo del 2000, cedió el cargo a Raúl Vera López. Ahora, ambos se mantienen como obispos eméritos.
En días pasados, la Diócesis de Saltillo había informado que se tenía un registro de 10 sacerdotes contagiados de COVID-19 durante la cuarta ola de la pandemia, provocada por el avance de la variante ómicron en el país.
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