Pobladores mayas de la comisaría de Sitilpech se oponen a una megagranja de cerdos que contamina el agua de sus cenotes y el manto freático, por lo que decidieron clausurarlo simbólicamente e hicieron un llamado a las autoridades judiciales a que tomen las medidas necesarias para frenar su operación.
La protesta se llevó a cabo en las puertas de la fábrica porcícola “Kancabchén II”, localizada en esa pequeña comunidad del municipio yucateco de Izamal, desde donde exigieron un alto a la contaminación.
Las y los habitantes de Sitilpech recalcaron que la granja nunca les pidió permiso para instalarse ahí, es decir, no cuenta con su consentimiento ni el apoyo del pueblo.
“¿Acaso no tenemos derecho a que nos pregunten qué es lo que queremos? Les decimos: no queremos la afectación ni la contaminación de nuestros cenotes y del manto freático. Queremos seguir bebiendo agua de pozo”, sostuvieron en la manifestación.
Aseguraron que los malos olores de la fábrica llegan hasta sus hogares y que los desechos fecales de los cerdos han dañado la composición del suelo, al grado de imposibilitarles la siembra de hortalizas.
Por tal razón, decidieron protestar en contra de la granja y hasta colocaron sellos de clausura de forma simbólica.
Cabe mencionar que la asociación civil Kanan Derechos Humanos acompaña a dichos pobladores en su lucha jurídica en contra de la granja, por lo que presentaron una demanda de amparo. Sin embargo, el Juzgado Primero de Distrito de Yucatán negó la suspensión provisional de la granja como medida cautelar, por lo que el pueblo decidió manifestarse.
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