Miguel Ángel Martínez Martínez alias "El Gordo", "El Compadre" o "El Tololoche", fue el piloto y hasta la mano derecha de Joaquín “El Chapo” Guzmán desde 1986 a 1998, periodo en el que el propio Cártel de Sinaloa intentó asesinarlo. Martínez fue uno de los hombres clave para que el fundador de la organización criminal más fuerte del país, haya recibido cadena perpetua en Estados Unidos.
"El Tololoche" fue una de las personas más cercanas a Guzmán Loera durante el surgimiento y consolidación del Cártel de Sinaloa. Incluso, el “Chapo” llevó al hijo del piloto a bautizar, por lo que su cercanía se consolidó aún más en 1988, según información de CNN.
Dentro de la organización, Miguel Ángel Martínez tenía como encomienda recibir los envíos de droga desde Colombia para traerlos a México, para posteriormente ser llevada hacia Estados Unidos, principalmente, aunque también se llevaría a cabo en Europa, Asia e incluso intentar llegar a África.
Además de comenzar como el piloto de confianza, "El Gordo" se encargó de dirigir a otros pilotos hacia las pistas de aterrizaje clandestinas que Joaquín Guzmán Loera mandó a hacer en Agua Prieta y en Cumpa en el estado de Sonora.
¿Por qué el “Chapo” mandó matar a Miguel Ángel Martínez?
Durante sus primeros tres años de amistad, "El Tololoche" Martínez Martínez tuvo una muy buena relación con el nacido en Badiraguato, Sinaloa, hasta que en 1991, el narcopiloto fue arrestado. El motivo por el que Joaquín Guzmán lo quería sin vida, fue la venta de una casa de una de las amantes del “Chapo”.
Tras enterarse de la situación, Guzmán Loera ordenó a sus sicarios casi de manera inmediata, que asesinaran a su excompañero de juergas, apuestas y transportador de drogas. Las veces que los de Sinaloa intentaron matar a "El Tololoche" fueron cuatro, todas cuando el compadre de Guzmán estuvo recluido en dos prisiones diferentes.
En una de las cuatro ocasiones que quisieron asesinar al piloto, fue atacado por tres sicarios a puñaladas y con un bate. "Cuando entró a pegarme a batazos, puse mi mano y el bate se quebró", durante ese ataque, Miguel Ángel Martínez fue herido con siete cuchillazos que le perforaron el intestino y un pulmón, pero logró sobrevivir.
Tres meses después de la agresión llegó el segundo intento de homicidio, en esa vez lo apuñalaron seis veces y volvieron a perforarle un pulmón además del páncreas. Tras esos ataques, el criminal fue transferido al Reclusorio Preventivo Sur en la Ciudad de México, en donde al llegar, los otros reclusos le preguntaron cuál era su número de zapatos.
"Querían quedarse con mis zapatos porque yo ya estaba muerto. Ya habían pagado para matarme", dijo “El Tololoche".
A raíz de ello, el narcopiloto fue encarcelado de manera aislada. No obstante, eso no impidió a “El Chapo” Guzmán, que nuevamente lo intentó matar, al enviar a unos mariachis para dedicar una serenata especial. Durante un buen rato, el piloto escuchó la música y en el instante que cantaron “Un puño de tierra”, una de las melodías favoritas del jefe del Cártel de Sinaloa, comenzó un nuevo ataque.
Al escuchar la letra de la canción: “El día que yo me muera/ no voy a llevarme nada/ hay que darle gusto al gusto/ la vida pronto se acaba”, "El Tololoche" fue atacado, pero nuevamente sobrevivió hasta en una última ocasión.
Por lo anterior, Miguel Ángel Martínez Martínez testificó en contra de su antiguo compadre y jefe durante el juicio del siglo, y aunque jamás lo había traicionado pese a que lo intentó matar cuatro veces, ahora testificó en su contra ya que “lo odiaba” por tratar de asesinarlo.
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RM