Iñaki Blanco, ex procurador general de justicia del estado de Guerrero, reconoció que no tenían el personal para atender la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en la noche del 26 de septiembre y madrugada del 27 de 2014.
“Nosotros no teníamos personal para atender un asunto de esta naturaleza”, externó en el programa La Entrevista de Martha Anya en El Heraldo Televisión, donde recordó los pormenores del inicio de la investigación.
Contó que ese día, por acuerdo con el entonces gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, se dirigía a la Ciudad de México para atender asuntos personales. Sin embargo, en la carretera rumbo a Cuernavaca, comenzaron las llamadas de diferentes personas para atender el caso, sin que le precisarán quienes estaban involucrados en una agresión armada en Iguala.
Por ello, mencionó que comenzó a comunicarse con diferentes autoridades como el encargado de la coordinación de la policía federal o el delegado de la entonces Procuraduría General de la República (PGR). “Todos teníamos información confusa: no sabíamos bien qué era lo que estaba ocurriendo”, indicó.
“Fue una llamada con el delegado del Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) y una de mi secretario particular las que me alertaron en el sentido de que al parecer estaban implicados en los hechos los normalistas de Ayotzinapa”, agregó.
Al conocer más detalles de los hechos, el ex fiscal decidió regresar a Guerrero. Mientras iba de camino, dio instrucciones a los vicefiscales y a su secretario para recabar información, buscar al fiscal de Iguala y coordinarse con la policía municipal para que trasladaran a todo el personal disponible a la región.
“Cuando nos empiezan a dar información de lo que está ocurriendo, yo tomo la decisión de que vayan ministerios públicos, peritos y policías que estaban en Chilpancingo, incluso en Acapulco”, apuntó.
Fue a la 1:30 de la madrugada del 27 de septiembre cuando Iñaki Blanco llegó a la demarcación guerrerense. “La ciudad estaba desolada, no había nadie en las calles”, precisó.
Ya en las instalaciones de la Fiscalía de Iguala, fue donde el ahora ex procurador se enteró que los estudiantes habían sido agredidos por la policía municipal, que había infiltrados en esta corporación y que había algunos normalistas seguían dispersos por la ciudad.
Destacó que iniciaron un operativo de búsqueda y resguardo, en el que resultó con el rescate de 68 estudiantes. Después los llevaron a la Fiscalía para tomar sus declaraciones y seguir con la investigación de los sucedido.