La escritora Beatriz Gutiérrez Müller expuso que el Palacio Nacional recuperó su tradición de ser la sede del poder ejecutivo, ya que durante siglos fue cárcel, lugar de apuestas, centro comercial y residencia de funcionarios.
En su mensaje en la cena bienvenida a los 31 mandatarios, jefes de Estado y de Gobierno, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una reseña histórica del Palacio Nacional.
"Estamos en un sitio que fue capital del imperio mexica, Palacio Virreinal, Palacio Imperial y Palacio Nacional, desde el 1 de diciembre de 2018 recuperó su tradición ser en los hechos, la sede del poder ejecutivo y el titular de este residir en él, aquí en estos nuevos tiempos sus familiares lo acompañamos. Hoy en día no es sitial de los otros poderes, ni cárcel, tampoco residencia de funcionarios, ni centro comercial, lugar de apuestas o centros nocturnos, alberga algunos museos, salas, oficiales y ante todo es referencia de nuevo de una república federal democrática y de derecho, tal y como lo concibieron los constituyentes de 1917", señaló.
Beatriz Gutiérrez Müller expuso que es difícil residir en Palacio Nacional, pero con amor tratan de purificar tantos años de de tragedia y autoritarismo.
"Es difícil residir aquí con tanto sucesos acaecidos a lo largo de más de 700 años, este sitio es el cruce de conquistas, rebeliones y pasiones, monarquías, imperios regímenes autoritarios, dictaduras, y esperamos la nueva metáfora de la democracia plena, la consumación de una auténtica república federal soberana, diversa libre y justa, por ello, todos los días como familia y con amor tratamos de purificar tantos años de siglos de densa historia, ahuyentamos a los fantasmas que dicen deambulan aún desde la caída de Tenochtitlán, y procuramos no escuchar lo que algunos oyen zumbar, los llantos de La Llorona mítico personaje colonial que tiene su propio son, semejante a un vals", indicó.
Expuso que llegaron a Palacio Nacional "a vivir aquí para acompañar al presidente en su titánica labor, lo queremos mucho y por ende a sus visitantes, bienvenidos sean al ombligo de la luna, a México, según la etimología náhuatl".