El personal médico, administrativo y de enfermería que estuvo presente en la inundación del 7 de septiembre en el Hospital General de Zona con Medicina Familia (HGZ/MF) No.5, de Tula, Hidalgo, cuando 14 pacientes con respiración asistida murieron porque no se les suministró oxígeno debido a una falla eléctrica, recibe atención psicológica para tratar las secuelas traumáticas de este episodio.
Mientras en el nosocomio continúan labores de limpieza para el retiro de escombro y se contabiliza el equipo, medicamento y material quirúrgico perdido, los trabajadores que atendieron la emergencia aquella madrugada asisten a terapia, en tanto el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) define los centros médicos a los que serán reubicados.
“Personalmente me he sentido mejor (con la terapia). Respecto al instituto, desconozco si van a equiparlo de nuevo o lo van a ubicar en otra zona”, contó Jesús, enfermero general asignado al primer piso del hospital, el cual quedó completamente inundado cuando la fuerza del agua rompió cristales y resquebrajó puertas de los consultorios.
Él, junto con médicos, personal de limpieza, administrativos, camilleros, enfermeras y enfermeros en turno cargaron a los pacientes al segundo nivel, con los medicamentos que les suministraban, para impedir que murieran ahogados. No obstante, también conocieron la agonía de los internos con diagnóstico crítico que fallecieron por falta de oxígeno.
La mañana siguiente, los pacientes que sobrevivieron fueron rescatados por el ejército y, los de diagnóstico Covid, trasladados en helicóptero a Tepeji, Pachuca y la Ciudad de México.
A través de un comunicado, en el que lamentó la muerte de los 14 pacientes, el consejo técnico del IMSS también expresó su reconocimiento al personal que, “en un acto de responsabilidad y valentía, salvó la vida del resto de los 54 pacientes hospitalizados, incluyendo el rescate de dos recién nacidos que se encontraban en incubadora”.
Después de que la coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Alejandra Méndez Girón, afirmara que alertó al gobierno de Hidalgo sobre fuertes lluvias y potenciales peligros, además de remarcar que el suelo se encontraba saturado por el paso del huracán Grace, y que Zoé Robledo, director del IMSS, remarcara que no fueron informados por el estado que debían evacuar el nosocomio, el gobernador Omar Fayad orientó su discurso a no buscar culpables.
“Yo no le echo la culpa a nadie y no soy investigador. Hago un llamado a la Fiscalía General de la República y a la Procuraduría General de Justicia del estado a que inicien las carpetas de investigación correspondientes y deslinden responsabilidades”, dijo.
Este 15 de septiembre, Robledo y Fayad se reunieron en Pachuca para dar seguimiento a los daños por las inundaciones. A través de su cuenta de Twitter, el director general del IMSS expuso que la atención a deudos, dar continuidad de servicios y la vacunación son acciones que realizarán de manera coordinada.
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