METROBÚS

Buscan cambiar 54 unidades de la Línea 3 del Metrobús

En año y medio, todos los autobuses de la Línea 3 del sistema de transporte serán eléctricos

NACIONAL

·
DEVENIR. Para Roberto Capuano el futuro de la movilidad urbana será no contaminante y más amistosa para sus usuarios. Foto: Almaquio GarcíaCréditos: Almaquio García

El futuro del transporte en la Ciudad de México es eléctrico y el primer objetivo del gobierno capitalino es sustituir, en año y medio, los 54 vehículos de la Línea 3 del Metrobús por unidades cero emisiones, para lo cual tendrán que hacer una inversión de 980 millones de pesos.

El director de Metrobús, Roberto Capuano Tripp, aseguró que luego de iniciar la operación de 10 autobuses totalmente eléctricos, mismos que tuvieron un costo de 17 millones de pesos cada uno, continuarán con la fase dos de sustitución de los camiones, en aproximadamente 18 meses, pues consideró que no hay marcha atrás en la transición hacia transporte no contaminante en la capital del país.

“Es el futuro y estamos preparando al organismo para poder enfrentar ese futuro y poder ser parte de esa nueva tendencia”, aseveró.

Capuano resaltó las ventajas de las unidades eléctricas que otorgan a los usuarios una experiencia nueva, libre de humo y ruido.

“Además de la contaminación hay que reconocer que la calidad del viaje es maravillosa. Es silencioso, no vibra, no se siente el humo, entonces como usuario, no nada más es mejor para el ambiente, sino para quien lo usa cotidianamente porque es más cómodo”, aseguró.

El titular del Metrobús reconoció que todavía son costosas las unidades eléctricas, pero aclaró que en el largo plazo resultan una buena inversión por los beneficios ambientales, la comodidad y el ahorro que se obtiene por mantenimiento.

“El beneficio en la calidad del viaje es muy bueno, pero también cuesta menos a lo largo de una década; entonces, si hacemos el cálculo de cuánto cuesta la electricidad, el mantenimiento, el costo del autobús… uno de diésel en efecto resulta mucho más barato, aunque el desembolso por operación es mucho más alto”, expuso.

Entre los inconvenientes que tienen las unidades de diésel están que el combustible es caro, hay que hacerles mantenimiento intenso con cambios constantes de los líquidos al motor, de partes del mismo, lo que resulta “muy complicado”.

Los autobuses eléctricos articulados cuentan con dos motores, los cuales son mucho menos complejos que los de combustión interna, lo que permite que el mantenimiento sea mucho más barato, por lo que, aunque su precio es alto, operarlos resulta mucho menos costoso.

Por Almaquio García

PAL