CÁMARA DE DIPUTADOS

Diputados gastan casi 48 mdp en pruebas COVID-19; “se evitaron contagios”, señala

La Cámara de Diputados informó que fueron aplicadas 50 mil 5 pruebas PCR

NACIONAL

·

La Cámara de Diputados informó este sábado que invirtió 47 millones 999 mil pesos en pruebas PCR de COVID-19, a fin de evitar contagios en el Palacio Legislativo de San Lázaro durante el desarrollo de los trabajos de los diputados.

En total, fueron aplicadas 50 mil 5 pruebas PCR durante 39 fines de semana (casi 10 meses), las cuales comenzaron a aplicarse desde el 26 de junio del 2020 hasta el 2 de mayo pasado, semana en que concluyeron los trabajos del último periodo ordinario de sesiones de la LXIV Legislatura.

El costo promedio de cada prueba fue de 959.90 pesos, de acuerdo a la Cámara. También, en promedio fueron aplicadas mil 564 pruebas cada fin de semana a los diputados y al personal indispensable para desarrollar las actividades parlamentarias.

“Con el objetivo de evitar contagios de COVID-19, de manera responsable la Cámara de Diputados implementó estrictas medidas sanitarias para que a través del personal mínimo necesario fuera posible continuar las labores legislativas en las instalaciones de San Lázaro”, indicó en un comunicado.

Cabe señalar que durante el último año, la Cámara de Diputados reportó la muerte por COVID-19 de los diputados Miguel Acundo González y Delfino López Aparicio, así como de sus 25 trabajadoras y trabajadores.

Además de las pruebas para detectar el SARS-CoV-2 , en San Lázaro también se implementaron todas las recomendaciones de higiene para evitar la propagación del virus, como: lavado de manos, uso obligatorio de cubrebocas, mantener sana distancia y desinfección de espacios.

“La Cámara de Diputados refrenda su compromiso con la salud de las y los diputados, de las y los trabajadores y personal que colabora en las actividades propias de este órgano del Poder Legislativo. En tal sentido, continuará atendiendo las indicaciones que emitan las autoridades correspondientes”, concluyó la Cámara.

Por Iván E. Saldaña

mfa