AGUA

Conflicto de agua en La Yerbabuena rompe la calma en Colima

Los pobladores temen que el problema sea aprovechado por personas ajenas a la comunidad y lo utilicen para invadir sus propiedades

NACIONAL

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La sequía afecta a esta comunidad.Foto: Martha de la TorreCréditos: Foto: Martha de la Torre

Habitantes de la comunidad La Yerbabuena, la más cercana al Volcán de Colima, a 7.9 kilómetros del cráter, donde residen 45 personas de 12 familias, atraviesan por un conflicto debido a la administración del agua potable, que puede poner en riesgo la tranquilidad en la que ha vivido los últimos años.

Uno de los pobladores, Víctor Román Ramírez Martínez, narró que a pesar de que el líquido es tomado de un nacimiento cerca de la comunidad, sólo tenía agua una hora al día, por lo que manifestaron su inconformidad al administrador Antonio Alonso Oseguera, quien no les hizo caso.

Denunció que Alonso Oseguera tenía varios tanques de agua, uno con algunos peces pero no para el uso de la comunidad, y además la usaba para el riego de hortalizas, en un terreno ejidal que también se apropió y tenía custodiado con personas armadas.

“De repente nos salían, una vez nos salían encapuchados y con machetes, agresiones verbales, nos corrían, dicen que es del pueblo cuando en realidad ellos se creen dueños y se adjudican como si fueran únicos propietarios”, explicó Víctor.

Después de varios enfrentamientos y conflictos con el administrador, así como vivir con limitaciones, pues la hora de agua sólo podía aprovecharse a las 07:00 de la mañana y sólo 40 minutos de buena presión, la comunidad tomó la decisión de asumir la administración del servicio.

Esto lo lograron con el apoyo de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del municipio de Comala (Comapac), por lo que ahora hacen una buena administración y tienen hasta 5 horas de servicio.

Sin embargo, Alonso Oseguera los acusó en un diario local que fue objeto de ataques por parte de ex ejidatarios, quienes entraron a la fuerza al huerto para destrozarlo y asfixiar a los peces de la comunidad, situación que Ramírez Martínez negó.

“De hecho del único lugar de donde se quiere desalojar es de una casa que se apropiaron injustamente, que de un nieto de don Eusebio, el propietario les prestó y después agarraron otra de un lado y de ahí es donde los quieren sacar”, explicó.

Su temor es que este conflicto sea aprovechado por personas ajenas a la comunidad, que se acerquen para intervenir y aprovechen para invadir sus propiedades, después de que el pueblo quedó casi vacío, tras las erupciones del volcán en el 2005.

Por Martha de la Torre

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