El regreso a clases en la Ciudad de México se concretará el 7 de junio, bajo una serie de medidas sanitarias.
Éste será de manera voluntaria y escalonada, y se definirá según la capacidad de las aulas y del número de estudiantes que pueden asistir por día, manteniendo una distancia mínima de 1.5 metros en interiores.
Para el escalonamiento, las escuelas dividirán al alumnado en dos grandes grupos. Los alumnos del primero acudirán a clases presenciales lunes y miércoles; los martes, jueves y viernes realizarán actividades en casa; el segundo, asistirá martes y jueves a las aulas, y lunes, miércoles y viernes desempeñará labores en el hogar. Los viernes acudirán únicamente quienes requieren un mayor reforzamiento en su aprendizaje.
En caso de detectarse un caso positivo a COVID-19, la escuela cerrará durante 15 días.
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En videoconferencia de prensa, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reiteró que la vuelta a las aulas será voluntaria.
“Estamos esperando el regreso a clases para el 7 de junio. Es obviamente, como lo ha mencionado el Presidente de la República, de manera voluntaria; se está limpiando, haciendo mantenimiento mayor a todas las escuelas públicas de educación básica, y también sabemos que lo están haciendo tanto universidades como las instituciones de educación de media superior, públicas y privadas.
“Obviamente las entidades autónomas tienen sus propias condiciones, así como las privadas; el objetivo es ir iniciando estas clases presenciales una vez que hayan pasado 15 días de la vacunación de todo el personal educativo”.
Aseveró que los indicadores que evalúan la emergencia sanitaria siguen con una tendencia a la baja, y para el 7 de junio podrían llevar a decretar el semáforo verde.
El titular de la Autoridad Educativa Federal, Luis Humberto Fernández, informó que se llevarán a cabo nueve intervenciones en los planteles:
Activación de los Comités Participativos de Salud Escolar e implementación de los tres filtros de corresponsabilidad; acceso a jabón y agua en las escuelas para prevenir los contagios; cuidar al magisterio (vacunación previa); uso obligatorio de cubrebocas o pañuelos y sana distancia. Asistencia alternada; maximizar el uso de espacios abiertos; suspensión de cualquier tipo de ceremonias y reuniones y detección temprana: con un contagio se cerrará la escuela por 15 días y los estudiantes continuarán sus clases a distancia; apoyo socioemocional para estudiantes y docentes.
Al ser cuestionado sobre si el regreso no era apresurado a un mes de concluir el ciclo escolar vigente, respondió que la decisión armoniza con la política de salud federal.
“No nos estamos precipitando, estamos aprovechando una oportunidad. Llevamos un ayuno de actividades presenciales de más de un año, con consecuencias para la educación y el impacto socioemocional. Si no fuera un mes, como lo señala el Presidente, por mí fuera hasta con una semana, porque el hecho de romper esta ausencia, el hecho de que las niñas y los niños se reencuentren, el iniciar un proceso de resiliencia desde la escuela, creo que es fundamental.
“Lo más importante es generar la esperanza, tomar una posición de irnos hasta el otro año sería abandonar esta posibilidad; la esperanza nos moviliza y nos convoca”, expuso.
Por Carlos Navarro
dza