Después de permanecer 53 días hospitalizado por Covid-19 e incluso un lapso intubado, el cardenal Norberto Rivera Carrera fue dado de alta médica este viernes para seguir el tratamiento de recuperación en su domicilio, informó la Arquidiócesis Primada de México.
A través de un comunicado emitido por el canciller de la Arquidiócesis, Alan Téllez Aguilar, se informó que la salud del canciller es favorable. Cabe señalar que el 20 de enero pasado se había informado que el mitrado tenía serios daños pulmonares a consecuencia del virus, por lo que recibió la extremaunción.
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“Con alegría y gratitud a Dio Padre, les transmito esta información por instrucciones de nuestro Arzobispo Primado de México, su Eminencia Cardenal Carlos Aguiar Retes.
La salud de su Eminencia Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Emérito, ha evolucionado positivamente. Agradecemos a Dios que este día deja el hospital para trasladarse a su domicilio y continuar el proceso de recuperación.
“Que nuestra Madre Santísima, Salud de los Enfermos, siga intercediendo por todas nuestras familias y comunidades parroquiales, por los enfermos en general, y especialmente por quienes hoy sufren las afectaciones de la pandemia por Covid-19”, informó la Arquidiócesis.
Covid Norberto Rivera desata polémica
El también arzobispo emérito ingresó a un hospital privado el 12 de enero, lo que despertó polémica dentro de la Iglesia. Y es que el 19 de enero el sacerdote Hugo Valdemar, exvocero del cardenal Rivera, acusó que la Arquidiócesis Primada se negó a cubrir los gastos médicos.
En respuesta, la Arquidiócesis que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes contestó que el sacerdote u obispo que requiera hospitalización por Covid-19 debe atenderse en “los hospitales privados que están en el convenio establecido con las autoridades gubernamentales o en los hospitales temporales, que fueron transformados para la atención de pacientes con este virus”.
También argumentó que la Iglesia atraviesa una situación económica complicada, por lo que se decidió que la atención debe darse en los servicios públicos.
“Aquellos obispos y sacerdotes contagiados de Covid-19 que deseen llevar el seguimiento de su enfermedad a través de otros medios pueden hacerlo, con recursos propios o los apoyos que puedan otorgarles las personas allegadas a ellos”, señaló.
Por Iván E. Saldaña
lhp
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