El primer viernes de marzo se realiza anualmente el Día del Brujo, una celebración de la comunidad que tiene como objetivo hacer que los brujos de la región mejoren sus habilidades mágicas, se limpien de energías negativas y purifiquen su alma.
Debido a la fama de los brujos de la zona, a la celebración acuden todos los brujos además de algunos invitados a nivel nacional e internacional pues la fama de Catemaco ha trascendido fronteras.
Además, algunos de los que se han visto beneficiados con los rituales mágicos de los brujos también se acercan para agradecer o incluso para pedir algún “trabajito” que les ayude a mejorar su vida.
Durante la celebración, normalmente se realizan misas purificadoras para los brujos y también para los asistentes a las celebraciones.
En ocasiones también se realizan sacrificios y rituales en los cerros de la región que tienen como objetivo, que los curanderos se limpien de las vibras que les quedaron de atender a los que asisten durante todo el año a pedir sus servicios.
Los trabajos que los asistentes solicitan varían desde amarres amorosos, suerte con el dinero e incluso, a veces, alguna maldad con sus enemigos.
Sin embargo este día, el viernes de marzo, el pueblo de Catemaco está de fiesta. Durante el día hay recorridos organizados por algunos para que visiten a los brujos. Ellos ofrecen desde una simple limpia de depuración de limpieza de aura hasta peticiones relacionadas con el amor, el dinero, la abundancia y alguno que otro despistado pide un amarre, una pócima, un trabajo negro, etc.
De acuerdo con los curanderos, este año, 2021, continuará el problema de la pandemia de Covid-19 además de que habrá terremotos y continuarán los cambios climáticos.
Sin embargo, durante la ceremonia de este año, los curanderos también pidieron por la purificación del mundo y dieron gracias a la madre tierra. Con estos rituales, esperan que la naturaleza sea más benévola durante el año.
Además, la celebración ha tenido que ser principalmente virtual para evitar la propagación del virus y el aumento en los contagios de Covid-19 lo que no sólo complica los rituales sino que además reduce la derrama económica que la región recibe durante las fechas.
Algunos de los rituales sí se harán presenciales pero serán de participación reducida y con medidas de seguridad sanitaria como sana distancia, uso de cubrebocas y de gel antibacterial.
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