Hubo un tiempo en que la ciudad de Monterrey era más ajena a noticias e incluso, escenas explícitas de violencia, hasta que llegó la guerra contra el narcotráfico.
Poco tiempo antes de que se comenzaran a ver cuerpos colgados en los puentes y, por lo menos, se escuchara una balacera al día, hubo algunos casos que resonaron por su naturaleza sangrienta, localmente, pero incluso en el extranjero.
Uno de ellos fue el caso de Diego Santoy Riveroll, quien asesinó a dos menores de 3 y 7 años de edad, en el 2006, una tragedia que recorrió el mundo. No fue un suceso aislado en Monterrey, aquí recordamos tres asesinos que cimbraron la ciudad.
Julio Castrillón
Otro de los asesinos más recordados y odiados en Monterrey, es sin duda, Julio Castrillón. Cuando tenía 16 años, Castrillón mató a Ana Nassar de 13 años. De acuerdo, con la versión oficial, el 29 de enero del 2002, ambos estaban en el cuarto del joven y este comenzó a golpear Ana con una mancuerna en la cabeza.
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Además, estando inconsciente la hirió con un arma blanca, luego le cortó un dedo y más tarde enterró el cadáver de la niña, el cual encontraron dos días más tarde. Debido a que Julio era menor de edad, fue internado en el Consejo Tutelar de Menores, en donde solo pasó cinco años hasta que fue liberado.
Este asesinato tuvo mucha resonancia por varias razones. La primera es que el papá de Julio, era militante del PAN. El fanatismo religioso, las enfermedades mentales, los juegos de rol como el Vampire y la música ‘diabólica’ que escuchaba Castrillón, complementaron la polémica historia.
Actualmente, Julio Castrillón se encuentra libre y se convirtió al cristianismo. También tiene un canal de YouTube, donde muy esporádicamente sube videos tocando la guitarra y paseando por la naturaleza, mientras que a Ana le arrebató toda oportunidad.
Alfredo Ballí Treviño
Con solo decir que Alfredo Ballí Treviño, es el asesino en quien se inspiraron para crear el icónico personaje Hannibal Lecter de la película El silencio de los inocentes, son palabras mayores. Sin embargo, Ballí Treviño no era conocido con ese nombre hoy tan popular en Hollywood, en México lo conocían como El monstruo de la Talleres.
Era un médico que a los 28 años de edad cometió el crimen por el que se le otorgó la pena de muerte. Fue la última persona en recibir ese castigo en el año 1961. Su víctima fue Jesús Castillo Rangel, con quien presuntamente tenía una relación, y después de una discusión, llevó a Ballí a quitarle la vida a Castillo.
Ballí sometió a Castillo y le inyectó pentotal sódico para adormecerlo, y con un bisturí le cortó la garganta, lo desangró completamente, lo descuartizó y colocó su cuerpo partido en una caja de cartón que llevó a un terreno baldío. Ahí encontraron los restos y encontraron a Ballí culpable del homicidio.
Andrómeda Elisa Cordero Flores
En una especie de acto raro para defender a sus hijos, Andrómeda Elisa Cordero Flores, terminó asesinándolos. En septiembre del 2015, Andrómeda, a sus 28 años de edad, acuchilló a sus dos hijas de 4 meses y 2 años de edad, y dejó herido a su hijo de 5 años. Tras la agresión, la mujer intentó suicidarse pero no lo logró.
De acuerdo con los vecinos que fueron testigos de una discusión previa entre Andrómeda y su esposo, la acusada le gritó al hombre que no dejaría que le quitara a sus hijos. Durante el proceso legal, se argumentó que Andrómeda posiblemente tenía un trastorno psiquiátrico pero nunca confirmado.
Actualmente, enfrenta una condena de 56 años de prisión, luego de fuera dictada en diciembre del 2018, por un Juzgado Colegiado de Juicio Oral Penal. Andrómeda, al igual que Diego Santoy, vivía en Cumbres y también la empezaron a llamar La asesina de Cumbres.
AV