La zona de Real de Catorce, concretamente el desierto, es famoso por las posibilidades que ofrece para todos aquellos que están interesados en emprender viajes astrales en los que es posible ver el mundo de manera distinta.
Este espacio es un recinto sagrado para los wixárikas, un grupo indígena mejor conocido como huicholes, pues lo visitan en peregrinaciones en las que realizan rituales importantes para ellos que incluyen, entre otras cosas, el uso del peyote.
Este interesante cactus, endémico de México, es famoso por contener sustancias activas que pueden generar alucinaciones en quien los consume. Para los wixáricas no se trata de evadirse de la realidad sino de conectar con su alrededor y con la naturaleza.
Los huicholes viven principalmente en la zona de Nayarit, sin embargo, suelen peregrinar al Cerro del Quemado, en Real de Catorce, que dividen en dos, una parte para hombres y una parte para mujeres, con el objetivo de realizar rituales religiosos.
Sin embargo, como espectador es posible acercarse, conocer de esta cultura e incluso solicitar apoyo si se desea experimentar con el cactus.
De acuerdo con la tradición indígena, uno no debe buscar al cactus, sino que el peyote debe encontrarlo a uno, por lo que si estás ansioso por probarlo, tal vez deberías relajarte y apreciar el interesante paisaje de la región.
Cuando se habla de desierto, cualquiera imagina dunas inmensas en donde no se distingue el fin, sin embargo, el desierto potosino es más bien una tierra llena de plantas desérticas que poco tiene que ver con las dunas del Sahara.
Cada cuerpo reacciona de manera distinta ante el uso del cactus, por lo que se recomienda tener diversas medidas de seguridad previas al consumo. Los huicholes recomiendan realizar ayuno durante los días previos o, al menos, no comer carne de ningún tipo para evitar que se presenten vómitos.
También recomiendan comer lentamente el cactus para sopesar el efecto que tiene en el consumidor y poder dejar de comerlo en caso de que esté resultando nocivo.
Entre los efectos que suele causar, destaca el aumento en la nitidez de las imágenes y, en ocasiones, distorsión de los colores.
Asimismo, los propios wixárikas explican la forma adecuada de cortarlo pues en caso de hacerlo mal, se termina por matar a la planta que, además de estar considerada en peligro de extinción, tarda muchos años en crecer.
De hecho, lo único que está permitido es comer en el mismo lugar, los peyotes que se encuentren, pues extraerlo de la región, está penado por la ley.
Únicamente los huicholes, debido a sus costumbres, tienen permitido extraerlo y llevarlo a sus comunidades en Nayarit.
Si decides emprender este viaje astral deberás saber que los humanos no somos los únicos que consumimos este cactus para tener otras experiencias: se ha llegado a observar que los jaguares de la zona también son afectos al peyote.
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