San Jorge llegó a Durango en 1749 y desde entonces es santo patrono de la ciudad. Le atribuyen el poder de alejar a los animales, y en esta entidad, en especial, de protegerlos de los alacranes que provocan cerca de dos mil picaduras al año.
Con la pandemia, los fieles han adaptado sus oraciones para también pedir protección contra el coronavirus, ruegos que extienden a los santos mártires duranguenses Mateo Correa y Luis Batis.
Hoy, muchas familias han caído ante el virus. María de la Luz Sánchez Ramírez dice: “Siempre le hemos rezado a San Jorge, porque vivimos en el barrio de Tierra Blanca, donde los alacranes atacan muy seguido y su veneno es mortal, por eso, para que te
proteja de las alimañas o animales ponzoñosos, y nos ha salvado muchas veces.
“Ahora que mi papá, de 78 años, se ha contagiado al igual que mi esposo, le hemos rezado a muchos santos y a la virgen, pero San Jorge es el único que puede interceder, porque conoce de animales y el virus este es un animal mortal”.
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Entrevistada en la Basílica de Durango, asegura que con los tratamientos y la fe se han logrado recuperar sus familiares de la COVID-19.
Se muestra reacia a compartir su experiencia, ya que asegura que su fe es muy personal y cada quien le pide a un ser divino, al que le tiene más confianza, y San Jorge es el primer santo que conoció en su vida.
En la capital de Durango, no sólo buscan a San Jorge, los fieles católicos piden la intercesión de los santos mártires locales por la salud de sus enfermos y aunque son cinco, dos reciben mayor devoción: Mateo Correa y Luis Batis.
El vocero de la Arquidiócesis de Durango, Noé Soto, destaca que durante la pandemia han sido muy solicitados los santos martires para pedirles que intercedan ante Dios y les den una segunda oportunidad a los enfermos.
Asegura que varios casos pudieran considerarse como milagrosos; sin embargo, hoy la salud ya es un milagro.
“El arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez ha promovido mucho la devoción y la veneración a los santos mártires duranguenses, además continuamente les estamos rezando y se le está pidiendo por la salud de los enfermos.
“Mucha gente los está conociendo y se acerca a ellos, con mucha devoción, en la capilla de San Jorge, donde están las reliquias de primer grado”.
Destaca que la Iglesia está documentando algunas historias en las 99 jurisdicciones de la Arquidiócesis, donde hay más de mil templos, para contar con información fidedigna de hechos milagrosos por esta enfermedad que ha dejado cerca de 29 mil confirmados y casi dos mil muertos en la entidad.
“Nosotros hemos visto una devoción y la cercanía a Dios de las personas, porque nuestros templos han estado cerrados durante mucho tiempo”.
Señala que es importante cumplir con la invitación que hace el Papa Francisco, para que todo mundo se vacune y consideró que ésta es otro milagro de la ciencia, con la bendición de Dios.
Reconoce que ahora son más los fieles católicos que en otros tiempos, pero ahora no se observan porque no asisten a los templos ni dan limosna.
“Aunque físicamente hemos tenido que cerrar templos, hemos abierto una iglesia en cada casa; muchas de las casas han colocado un altar, y que se reúne para la misa virtual, se hacen oraciones especiales, se han puesto en contacto con Dios, porque son muchas las personas las que han padecido la enfermedad y están recurriendo a Dios”.
LOS MÁRTIRES
El sacerdote Noé Soto reveló que en la Arquidiócesis analizan la posibilidad de construir un santuario para los cinco mártires.
De acuerdo con la historia, el 16 de agosto de 1926, durante la Guerra Cristera, Salvador Lara Puente, Manuel Morales, David Roldán y Luis Batis y Mateo fueron perseguidos y fusilados. Mateo Correa fue asesinado el 6 de febrero de 1927.
Algunos formaban parte de Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa, que entre otras actividades, recolectaban firmas para pedir la derogación de las leyes que propiciaron la persecución religiosa.
Después de décadas de solicitar su canonización, el 21 de mayo del 2000 el papa Juan Pablo Segundo los nombró santos mártires.
En cuanto a San Jorge, su festividad es el 23 de abril y es también un santo mártir. Nació en Palestina, de oficio militar, quien fue martirizado por profesar la fe cristiana.
Según la leyenda, salvó a una princesa del acoso de un dragón, al cual mató, lo que lo convirtió en defensor de los desprotegidos.
En Durango, comenzó la veneración en 1749 tras el mandato del obispo número 15 en el estado, Pedro Anselmo Sánchez de Tagle, fiel devoto de esta figura, quien decide nombrarlo santo patrono de la ciudad en ese mismo año.
A través de su imagen, los duranguenses piden protección contra animales ponzoñosos, sobre todo alacranes, y ahora contra el coronavirus.
PIDEN POR LA SALUD
● San Jorge es el santo patrono de la capital duranguense desde 1749.
● San Mateo Correa y San Luis Batis, los santos mártires de la guerra cristera.
● Los tres son los más solicitados por los fieles católicos en este momento.
POR IGNACIO MENDÍVIL
BGM