CASO ODEBRECHT

16 meses después, Emilio Lozoya se queda preso y ya duerme en la cárcel

Un elevado riesgo de fuga y recursos por dos millones de euros, razones del juez para imponer la medida

NACIONAL

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Un elevado riesgo de fuga y recursos por dos millones de euros, razones del juez para imponer la medida. Foto: Cuartoscuro Créditos: Foto: Cuartoscuro

Alrededor de las 9 de la mañana con 10 minutos, EmiIio Ricardo Lozoya Austin llegó al Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, donde quedó preso, luego de que el juez de control, José Artemio Zúñiga ordenó prisión preventiva justificada al considerar que existe un elevado riesgo de fuga del ex titular de Pemex.

El exfuncionario, acusado de asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho en el caso Odebrecht, estará tras las rejas mientras continúa el proceso en su contra.

El cambio de medidas cautelares fue solicitado de manera sorpresiva por el Ministerio Público de la Fiscalía General de la República, aceptado por el impartidor de justicia.

El juez argumentó que Lozoya podría huir ante la elevada pena que recibiría por los delitos que se le imputan; porque cuenta con los recursos económicos suficientes, además de una red de protección familiar que le facilitarían evadirse de la acción de la justicia.

Agregó que aún cuando contaba con el beneficio de la libertad condicional, dicha medida cautelar no se considera como un derecho adquirido, por lo que atendiendo a nuevos elementos de prueba, como una cuenta bancaria en la que se depositaron dos millones de euros, en 2014, accedía a la solicitud de la FGR.

La próxima audiencia en el caso Odebrecht será el próximo 3 de diciembre, aunque hay una cita para el 19 de noviembre por las acusaciones en el tema de Agronitrogenados.

En caso de continuar con el proceso y no cumplir con el criterio de oportunidad, que lo dejaría en libertad, las penas contra Lozoya podrían alcanzar de 12 a 35 años de prisión.

A las 9:45 horas, previo a su ingreso a la Sala 1 del Centro de Justicia Penal, Emilio Lozoya fue revisado por un integrante de la Guardia Nacional.

Vestido con saco azul marino, pantalón gris, corbata morada y zapatos café, llegó con su madre Gilda Margarita y dos de sus abogados.

Se sentaron del lado izquierdo de la sala, frente al juez, y en varias ocasiones intercambiaron opiniones.

Tras escuchar las acusaciones del Ministerio Público, Lozoya Austin pidió la palabra. Aseguró que no tenía intención de huir del país, y que se presentaría las veces que fuera citado para lograr que se hiciera justicia en un asunto del que dijo, “fui instrumento del Estado organizado” para beneficio de unos cuantos.

Aclaró que nunca se fugó y que cuando se giró la orden de aprehensión estaba en Europa por tema de negocios, por lo que viajaba mucho.

Denunció que se ha gestado un ambiente de persecución porque hay “mucha gente que no le conviene que esto se materialice. Mucha gente recibió dinero y no quieren que se diga la verdad”.

Al término de la audiencia, el abogado Miguel Ontiveros, aseguró que, a pesar del cambio en la situación de su cliente, seguirán trabajando con la FGR para que se alcance el acuerdo por la extinción de la acción penal.

“Lozoya y su familia están tranquilos a sabiendas de que estamos cooperando plenamente con las autoridades del Estado Mexicano, con la Fiscalía y con el Poder Judicial", dijo.

El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, se congratuló de la decisión del juez. “Felicito a la FGR por la revocación de la medida cautelar impuesta a Emilio L. y su prisión preventiva”, dijo.

POR ALMAQUIO GARCÍA

MAAZ