Una vez que la tumba de doña Socorro Ocaña fue embellecida con cempasúchil, nube y otras flores, su hija y su nieta admiraron el lugar de su eterno descanso escuchando El Palomito y La Puerta Negra, en voz del famoso El Kerreque.
Esta familia, como otras, no faltaron a la cita con sus fieles difuntos en el Panteón Municipal de Toluca este año, que alberga 24 mil fosas, pues el semáforo verde permitió que asistieran sólo a adornar en este municipio; pero en cementerios de Metepec, Zinacantepec, San Mateo Atenco y Almoloya de Juárez, la gente sí podrá velar.
María Luisa Sánchez y su hija se trasladaron desde Villa Cuauhtémoc, Otzolotepec, a la capital para dar calidez a la tumba de doña Socorro.
El frío y la llovizna hicieron que apretaran el paso para colocar las flores, pero no impidieron que estuvieran un rato con su familiar en el Día de Muertos, pues sólo hubo acceso de las 9:00 a las 18:00 horas.
“Tuvimos incertidumbre de que no abrieran; nos dejan entrar, pero sólo una o dos personas”, compartió.
Como testigo, desde la cúspide, el imponente Xinantécatl, que se vistió de blanco al presentarse granizo, el ruido se rompió en el Panteón Municipal de Toluca, contrario al año pasado, cuando autoridades adornaron y cerraron los camposantos.
El ir y venir de personas cargando flores o cargar botes de agua fueron una constante. No faltaron los grupos de música regional, que generaron algarabía, pero a la vez nostalgia.
En general, los panteones del Valle de México registraron una importante afluencia durante estas celebraciones, sólo en Tlalnepantla se estima una asistencia de 75 mil personas en los 17 panteones que tiene el municipio.
En esa localidad, el cementerio Jardínes del Recuerdo, considerado uno de los más grandes de América Latina, el año pasado tuvo un aumento considerable en su actividad, pues durante los meses más fuertes de la contingencia pasó de 15 a 52 servicios diarios de cremaciones e inhumaciones, aseguró Jorge Miranda, subdirector adjunto.
La mitad de ellos eran muertes por coronavirus; sin embargo, hoy ese 50 por ciento ha bajado a 20 por ciento, y sigue descendiendo.
Por Gerardo García y Leticia Ríos
CAR