La cuarentena que empezó el 23 de marzo del 2020 obligó a varios sectores de la población a detener sus actividades, y/o, a modificar la manera en que las llevaban a cabo. Las repercusiones de este paro en las actividades laborales han afectado de distintas maneras a las familias de aquellos que tuvieron que quedarse en casa.
En la encuesta telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML) realizada por el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) se encuestaron a 68.2 millones de personas, mayores de dieciocho años, para obtener información sobre el empleo y el efecto sobre el mercado laboral de la pandemia.
En la primera encuesta realizada en abril, la población no económicamente activa (PNEA) era de 48.7%, de la cual el 87.1% estaba ausente y sin búsqueda de trabajo debido al Covid-19.
La población económicamente activa (PEA) ocupada representó el 48.2%, de los cuales el 21.8% se encontraba ausente o con suspensión laboral, la razón de la ausencia o suspensión temporal del 92.9% fue el Covid-19.
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De los 32.9 millones de población ocupada, sólo el 23.5% trabajó desde casa. El 42.3% manifestó que su jornada laboral había disminuido y para el 46.1% de los encuestados disminuyó su ingreso. El 92.9% se encuentra en ausencia o suspensión temporal por el Covid-19. Solo el 52.8% de los trabajadores cuenta con acceso a servicios de salud.
La ECOVID-ML reporta 5 millones de trabajos temporalmente perdidos.
De trabajadores independientes que se encuentran ausentes temporalmente y que esperan retomar sus actividades o negocios cuando concluya la contingencia, un 81.7% se vio afectado por el Covid-19.
Las viviendas de los encuestados también se vieron afectadas por el confinamiento sanitario, el 30.4% perdió su trabajo a causa de la pandemia y el 65.1% reportó una disminución en sus ingresos.
La misma encuesta telefónica se realizó en julio de 2020 y se obtuvo que, en ese mes, la población no económicamente activa (PNEA) era de 42.7% de la cual el 82.3% se encontraba ausente y sin búsqueda de trabajo debido al Covid-19.
La población económicamente activa (PEA) ocupada representó el 91.3%, de los cuales el 82.3% se encontraba ausente o con suspensión laboral por el Covid-19.
De la población ocupada, sólo el 15.2% trabajó desde casa. El 39.8% manifestó que su jornada laboral había disminuido y para el 41.6% de los encuestados disminuyó su ingreso. El 88.4% se encuentra en ausencia o suspensión temporal por el Covid-19. En julio, sólo el 45.1% de los trabajadores contaba con acceso a servicios de salud.
De los trabajadores independientes que se encuentran ausentes temporalmente y que esperan retomar sus actividades o negocios cuando concluya la contingencia, un 85.9% se vio afectado por el Covid-19.
En las viviendas de los encuestados, el 28.4% perdió su trabajo a causa de la pandemia y el 65.2% reportó una disminución en sus ingresos.
Rivera Ramírez Valentina
Facultad de Economía, UNAM