La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) condenó "enérgicamente" los hechos de violencia ocurridos el 13 de enero en la comunidad de Xiquila, en Huejutla, Hidalgo, donde al menos 15 indígenas de la comunidad de Coxhuaco resultaron heridos y dos fueron detenidos, tras la intervención de la policía estatal.
El organismo llamó al gobierno de Omar Fayad Meneses a garantizar la paz y el derecho humano al agua en favor de estas comunidades indígenas, ya que este fue el motivo por el cual se manifestaban. Sin embargo, derivó en una confrontación y violencia presuntamente ejercida por los cuerpos de seguridad.
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Debido a que el conflicto en el que los campesinos resultaron lesionados surgió tras los bloqueos que pobladores realizaron como protesta por la suspensión de suministro de agua y la actuación policial, la CNDH exhortó a los diversos poderes del estado para que realicen, sin demora, las investigaciones que conduzcan al esclarecimiento de los hechos constitutivos de delitos, y al gobierno de la entidad a que genere las bases que permitan restaurar las condiciones de paz y estabilidad social.
"Privilegiando el diálogo y la concertación, que permita los concensos necesarios para lograr acuerdos perdurables que garanticen el suministro de agua potable en las comunidades de Coxhuaco y Xiquila".
Además, recordó que, con base en el artículo 4 de la Constitución Política, toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico.
Por: Áxel Chávez