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A Cinthia la mataron frente a su hijo de 4 años; el niño recuerda todos los detalles y reconoce a los asesinos

A Cinthia la mató su exesposo y su padrastro, pero sólo uno de ellos está preso; el relato del niño no le es suficiente a las autoridades para investigar

NACIONAL

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Feminicidio Cinthia Espinoza.

El pequeño Yurem, de cuatro años, esperaba a que su madre llegara por él a la casa de su papá para llevarlo al kínder. Sus padres llevaban separados cerca de un año, aparentemente por violencia doméstica. Cuando Cinthia llegó, Yurem entendió que aquel 3 de mayo de 2019, no iba a ir a la escuela, pues su papá y el padrastro de su mamá, la asesinarían esa misma mañana frente a sus ojos.

Yurem presenció todo, vio cómo los dos sujetos asesinaron brutalmente a su madre. Le amarraron las manos y las piernas, luego la golpearon en la cabeza hasta asesinarla. Fue testigo de cómo su papá metía el cuerpo de Cinthia en la cajuela de su coche, el mismo donde se subía todas las mañanas para ir a la escuela.

Su padre, Jair, condujo el Focus blanco de Cinthia por varios minutos hasta que se detuvo, bajó a Yurem del auto y juntos abandonaron el lugar.

Veru00f3nica era una joven enfermera que decidiu00f3 asistir a una fiesta organizada por una compau00f1era de la escuela. Al du00eda...

Posted by El Heraldo de Mu00e9xico on Thursday, January 23, 2020

Cinthia tenía 22 años 

A Cinthia Espinoza Rodríguez, de 22 años, la mataron el viernes 3 de mayo de 2019 en Ensenada, Baja California. La joven tenía dos trabajos: en el día era mesera y por las noches laboraba en una fábrica de hielos, esto para darle una mejor vida a su hijo.

Su mayor sueño era construir su propia casa. Su padre, Alejandro Espinoza, cuenta que ya había comprado un terrenito donde iniciaría una nueva vida para ella y su hijo, lo estaba pagando en abonos; eso era lo que más le daba ilusión, pues se la pasaba hablando de su proyecto.

Escucha aquí la historia de Cinthia

Cinthia tenía los ojos verdes, casi grises que llamaban la atención de todo aquel que la mirara; su cabello era largo, color castaño claro. En palabras de su padre, la joven era una madre completamente dedicada a su hijo, trabajadora, servicial, alegre y muy amiguera.

Era muy educada y amable, pero don Alejandro recalca que no se dejaba de nadie. Cuenta que por ello se separó de Jair un año antes de que él la matara; estaba rehaciendo su vida y comenzaba a tener una nueva relación.

La asesinaron frente a su hijo 

A Cinthia Espinoza la asesinaron frente a su hijo de cuatro años. El pequeño Yurem lo vio todo y recuerda aquel día a detalle. Tras la pérdida de su mamá, comenzó a contarle a su abuelo Alejandro, con quien vive desde ese entonces, todas sus memorias...

A Cinthia la asesinó su exesposo Jair y su padrastro; sin embargo, en el lugar del crimen se encontraban más personas, pero estaban en estado inconveniente: estaban ebrias.

Yurem relata que los dos hombres abatieron a golpes a su madre, le pegaron con un palo en la cabeza y el estómago, le tiraron todos los dientes y la lapidaron hasta matarla. Envolvieron su cuerpo en bolsas negras de basura y lo metieron dentro de la cajuela del propio auto de la joven, un Focus blanco modelo 2002; lo abandonaron en la colonia Punta Banda en Ensenada.

#QueNadieNosOlvide | Josu00e9 Ramu00f3n fue hallado al lado del cuerpo de su esposa Isabel, las autoridades su00f3lo lo acusaron de narcomenudeo.

Posted by El Heraldo de Mu00e9xico on Thursday, July 2, 2020

Un día después de su asesinato, Cinthia fue reportada como desaparecida por su hermano y sus familiares levantaron reportes en redes sociales. Tras 11 días de incertidumbre, el 14 de mayo, su cuerpo fue hallado gracias a denuncias de vecinos de la zona, ellos dieron aviso a las autoridades de un auto estacionado desde hace tiempo en la calle, que desprendía olores fétidos y de putrefacción.

Cuando encontraron a Cinthia, su cuerpo ya se encontraba en estado avanzado de descomposición y la Procuraduría de Justicia de Ensenada declaró que la joven de ojos grises había muerto de un traumatismo craneoencefálico; es decir, de un golpe brutal en la cabeza.

A Cinthia la mató su exesposo y su padrastro

Cámaras de seguridad de la colonia Punta Banda captaron el momento en el que Jair dejó estacionado el auto con el cadáver dentro, bajó de éste junto con el pequeño Yurem y abandonaron el lugar; tras este suceso, desapareció unos días.

Por esta y otras evidencias, Jair ‘N’, de 42 años, fue detenido y vinculado a proceso por el feminicidio de Cinthia Espinoza, en junio de 2019; sin embargo, a más de ocho meses de su detención, aún no se lleva a cabo la audiencia para juicio, donde se le dictará la sentencia.

A Jair ‘N’ es al único al que se le imputa el feminicidio de Cinthia. Su padrastro, también involucrado, no figura en la carpeta de investigación y no está siendo investigado por las autoridades. El relato de Yurem, ahora de cinco años, quien vivió en carne propia el asesinato de su mamá y que recuerda aquel día con lujo de detalle, no le es suficiente a las autoridades.

Tras el feminicidio de la joven, el padrastro desapareció unos días. Entre la gente se dice que el presunto “asesino es sicario y mata a la gente a sangre fría”, comparte el papá de Cinthia. Asimismo, el celular de la chica lo encontraron cerca de la ubicación de su casa.

#QueNadieNosOlvide | Han pasado mu00e1s de seis au00f1os desde su muerte y el asesino sigue suelto.

Posted by El Heraldo de Mu00e9xico on Sunday, May 3, 2020

Alejandro Espinoza, el padre de Cinthia, está completamente seguro de que Yurem no miente y es el único que sabe la verdad de lo que pasó. El pequeño describe cómo su madre lloraba y gritaba al ser abatida, cómo fue atada de manos y pies para no defenderse, así como los instrumentos que acabaron con matarla: un palo y una piedra.

Yurem, de ahora cinco años, cuenta la misma historia una y otra vez. No cambia nada, siempre es el mismo relato con los mismos detalles… El hijo de Cinthia recuerda vívidamente el día en el que su padre y el padrastro asesinaron a su mamá.

Lo dice como si fuera algo muy natural todo lo que pasó, me cuenta así muy bien con detalles, me dice que le amarraron las manos y pies… ahora el niño todo amarra, todos sus muñecos, se amarra las manos…”

Don Alejandro desea con todas sus fuerzas que su nieto olvide aquel traumático día, pero no antes de que se le haga justicia a Cinthia; a ella la mataron dos personas y una está libre de culpas.

“No me hacen caso”

“No me hacen caso, las autoridades no me hacen caso”, es la frase que más repite el papá de Cinthia, quien busca desesperadamente justicia por el feminicidio de su hija.

Don Alejandro comenta que las autoridades no investigan nada, que a pesar de las evidencias y toda la información que se les ha proporcionado, no hay avances del caso y el padrastro de Cinthia no figura en la carpeta de investigación.

“No me escuchan”. Denuncia que la Procuraduría le proporcionó cuatro teléfonos de contacto para los avances del caso, pero en ninguno contestan, no atienden sus llamadas y las citas se las cancelan.

#QueNadieNosOlvide | Diana respondiu00f3 por la madrugada una llamada de su madre, le dijo u201cya voyu201d, pero no le permitieron llegar con los suyos.

Posted by El Heraldo de Mu00e9xico on Thursday, May 21, 2020

Afirma que le dicen “puras mentiras”, pues en varias ocasiones ha notado cómo las versiones de las autoridades se contradicen en los datos. Asegura que están cubriendo a alguien, pues en su cabeza no caben tantas omisiones; además, no ha tenido acceso a la carpeta de investigación desde que mataron a su hija.

A más de 10 meses del feminicidio de Cinthia, su padre aún no cuenta con un abogado para que lleve el caso, que por Ley le corresponde. Don Alejandro no cuenta con los recursos necesarios para conseguir uno y hacer valer sus derechos.

Yo no sé de esas cosas. A veces me desespero tanto que no tengo a quien recurrir, o sea, los abogados son bien caros y yo gano bien poquito, entonces pues estoy solo completamente, batallando con el niño, con lo de Cinthia, escondiéndome un poco de esas personas y es una impotencia total”.

Actualmente, Alejandro Espinoza es guardia de seguridad privada y vive junto con su nieto huyendo de quienes mataron a Cinthia, se mudó de Ensenada porque teme por la seguridad de ambos. 

Es el único que lleva el caso de su hija, su familia se ha desentendido del tema. Casi a diario, desesperado, realiza publicaciones en Facebook sobre el asesinato de Cinthia, denunciando las fallas de las autoridades y exponiendo a los asesinos con el fin de que alguien le haga caso.

Yurem, de cinco años, vive con la ausencia de Cinthia y con el vívido recuerdo de cómo la mató su papá y el padrastro.

“Yo tengo coraje por cómo la mataron… me da mucho coraje acordarme cómo murió. Yo quiero que caiga quien caiga, los que tuvieron culpa, que se investigue, que todos se pongan a trabajar”.

 

 

 

 

Esta historia cuenta con la autorización de las víctimas indirectas.

Por: María José Serrano Carbajal

Edición: Paola Sánchez Castro

Diseño: Ana Navarro e Ingrid Almaraz

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