DÍA DE MUERTOS

Abren pocos panteones este Día de Muertos 2020

Velas, flores y tradiciones en el país quedaron sólo para los hogares, tras el cierre de cementerios

NACIONAL

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Las comunidades tomaron bien el cierre de los cementerios en las 32 entidades de la República. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

Este año, hasta los muertos se quedaron en casa. Van a estar aislados. Nada de cempasúchil, nada de veladoras, nada de rezos, ni música, ni comida ahí donde los restos reposan en miles de criptas del país.

La pandemia que ha dejado cerca de 92 mil fallecimientos en México mandó al encierro la tradición de raíces más profundas en el país, sobre todo entre pueblos indígenas: el Día de Muertos.

Sin embargo, no todas las comunidades tomaron bien el cierre de los cementerios en las 32 entidades de la República.

Habitantes de Xochistlahuaca, en la Montaña de Guerrero, derribaron las puertas del panteón municipal para evitar que lo cerraran durante las festividades.  En lugares como Cholula, Puebla, se restringieron los tiempos de visita y el número de personas que pueden ingresar al panteón el 1 y 2 de noviembre.  Otras comunidades adelantaron el arreglo de las tumbas.

En todo el país exhortaron a los municipios a mantener los cementerios cerrados y evitar así las concentraciones que pueden propiciar la transmisión de la COVID-19. 

La cita anual entre vivos y muertos quedó sólo en los hogares, limitada a los altares que cada año esperan a los fieles difuntos, decorados con papel picado, pan de muerto, y las fotos y platillos que en vida fueron de la preferencia de los seres queridos.
La fiesta de Día de Muertos en México es considerada desde 2008 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, principalmente por las tradiciones de los pueblos originarios.

Las autoridades federales decretaron tres días de duelo nacional por los fallecimientos que ha dejado la pandemia. También llamaron a no salir a pedir calaverita y evitar las reuniones o fiestas. Pero no todos han hecho caso: el fin de semana, en Acapulco, dispersaron a 300 jóvenes que llevaban a cabo una fiesta clandestina de Halloween. También en Valle de Bravo abarrotaron las calles, entre otros. 

Por Antonio Bautista