Alrededor de 50 mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México fueron capacitados para atender marchas y manifestaciones, en apego a los derechos humanos.
En alianza con la red América Latina Alternativa Social (ALAS), los elementos participaron en el taller “La actuación policial ante el derecho a la manifestación”.
El subsecretario de Participación Ciudadana y Prevención del Delito, Pablo Vázquez Camacho, resaltó la importancia de la labor de la RED ALAS en favor de los derechos humanos y la colaboración que tiene con las autoridades de los diferentes países de Latinoamérica que forman parte.
En la inauguración del evento, que se realizó en el auditorio del edificio sede de la SSC, Vásquez agradeció la participación de los conferencistas y la presencia de aproximadamente 50 mandos policiales, a quienes invitó a sacar provecho del taller.
Te podría interesar
Aplicación de protocolos
El curso contó con las exposiciones de la fundadora e integrante del Comité Ejecutivo de la RED ALAS, Lourdes Motta; del Director General de Derechos Humanos de la SSC, Luis Edgar Trejo, y del Subdirector de Cultura en Derechos Humanos, Eduardo Aguayo.
Los conferencistas trataron temas como el Derecho a la manifestación/protesta pacífica; El Contexto Mundial, Nacional y de la Ciudad de México, donde se cuestionó la desestimación hacia los cuerpos policiales y por qué las manifestaciones son más violentas; las protestas por la Cumbre del G20 en Londres en 2009; Principios sobre el uso de la fuerza; Actuación Policial con Perspectiva de Género; Activistas y su forma de actuar; y Cómo proteger los derechos humanos de las y los manifestantes y los propios, sin faltar al deber.
En el último rubro se profundizó en la aplicación del protocolo de actuación policial de la SSC para el control de multitudes y del Acuerdo de Actuación Policial para Prevenir las Violencias durante Manifestaciones, signado por esta dependencia con la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México y la Comisión de Derechos Humanos capitalina.
Por Carlos Navarro