Las demandas por una investigación independiente se intensificaron en Serbia este lunes, luego de que circularan informes sobre el uso de un arma sónica prohibida por parte de las fuerzas de seguridad contra una masiva manifestación pacífica contra la corrupción el pasado sábado.
Aunque las autoridades serbias niegan estas acusaciones, grupos de derechos humanos y líderes de la oposición insisten en que el dispositivo fue empleado para reprimir a los manifestantes, y prometen llevar el caso ante tribunales nacionales e internacionales.
El incidente ocurrió durante una protesta en Belgrado, que marcó el clímax de un movimiento nacional contra la corrupción desatado tras el colapso de un toldo de concreto en una estación de tren en noviembre pasado, un accidente que dejó 15 muertos y que muchos atribuyen a la negligencia y corrupción del gobierno.
Videos e imágenes de la manifestación muestran a miles de personas guardando 15 minutos de silencio en homenaje a las víctimas, cuando un sonido ensordecedor irrumpió de repente, provocando pánico y una breve estampida.
Testigos, incluido un fotógrafo de The Associated Press, relataron cómo los asistentes buscaron refugio mientras algunos caían unos sobre otros.
¿Cómo es el arma supuestamente utilizada por el gobierno de Serbia?
Según expertos militares, el arma utilizada podría ser un Dispositivo Acústico de Largo Alcance (LRAD), fabricado en Estados Unidos, capaz de emitir ondas sonoras de alta frecuencia que causan dolor agudo en los oídos, desorientación y, en casos de exposición prolongada, daños auditivos irreversibles como rupturas de tímpano.
Aunque funcionarios serbios admitieron que la policía adquirió este tipo de tecnología hace dos años, insisten en que no fue utilizada el sábado.
El presidente Aleksandar Vucic, una figura autoritaria y prorrusa que lleva una década en el poder, calificó las acusaciones como “maldad” destinada a “destruir a Serbia” y anunció que invitará al FBI estadounidense y al FSB ruso a investigar.
“Es importante para la historia ver cómo mintieron”, afirmó, refiriéndose a los denunciantes.
Exigen investigación y gobierno advierte consecuencias por desinformación
Sin embargo, el movimiento opositor Movimiento-Cambio, respaldado por una petición en línea con más de medio millón de firmas, exige una pesquisa independiente liderada por la ONU, el Consejo de Europa y la OSCE, que aborde los impactos médicos, legales y técnicos del supuesto ataque sónico.
El expresidente Boris Tadic también se sumó al clamor, prometiendo buscar apoyo internacional para esclarecer los hechos, que describió como “graves violaciones de la seguridad pública” que pusieron en riesgo la vida y la salud de los ciudadanos.
La oposición y activistas sostienen que el uso del arma sónica, prohibida en Serbia, es una muestra más del deterioro democrático bajo el gobierno de Vucic, quien ha acusado a los manifestantes, muchos de ellos estudiantes, de ser parte de un complot occidental para derrocarlo.
Las protestas, que han sacudido el control de Vucic tras el desastre de la estación de tren, reflejan un creciente descontento con la corrupción endémica y la falta de rendición de cuentas. Mientras las tensiones escalan, el líder serbio ha advertido que quienes difundan “desinformación” enfrentarán consecuencias legales.
Con información de AP