Un avión con 10 pasajeros desapareció en Alaska la tarde del pasado jueves 6 de febrero. De acuerdo con información oficial del caso, la aeronave era operada por la línea aérea Bering Air. Según los medios locales, el vuelo despegó desde Unalakleet con destino a Nome, pero en el trayecto la Torre de Control perdió el contacto con la tripulación y no pudieron volver a establecer comunicación con las personas a bordo, reportándolo como desaparecido.
Horas después, el viernes 7 de febrero se confirmó el hallazgo de los restos del avión sobre el hielo marino, aproximadamente 48 kilómetros al sureste de Nome. Autoridades locales aseguraron que los rescatistas pudieron encontrar al menos tres cuerpos dentro del avión, mientras que el resto de las víctimas fueron halladas en el fuselaje de la aeronave.
Trascendió que dentro del avión se encontraban 10 personas, de las cuales no sobrevivió ninguna. Todos los pasajeros fueron declarados como muertos. Las víctimas eran 10 adultos que habían viajado a Unalakleet para realizar mantenimiento en una planta de agua, según el Consorcio de Salud Tribal de Nativos de Alaska.
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¿Un error humano, un fallo mecánico o una consecuencia del clima?
De acuerdo con las autoridades de la Guardia Costera, el avión operaba con normalidad, cuando repentinamente perdió altura y velocidad, lo que lo llevó a estrellarse. Hasta ahora, se desconocen las causas que pudieron haber ocasionado el siniestro; sin embargo, han enfatizado que los pilotos y la tripulación del vuelo no emitieron ningún tipo de alerta, o llamado de socorro, para alertar sobre problemas técnicos dentro de la aeronave.
“No podemos especular sobre lo que ocurrió, pero los datos indican que hubo un evento que causó una pérdida abrupta de altitud y velocidad”, explicó el teniente comandante de la Guardia Costera, Benjamin McIntyre-Coble. La falta de una llamada de socorro ha puesto en tela de juicio qué fue lo que ocasionó este siniestro, el cual pudo haber sido causado por un erro humano, un fallo mecánico, o hasta una consecuencia provocada por el mal clima.
Autoridades investigan las posibles causas que provocaron el accidente
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Tras el incidente, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) dio a conocer que enviará a un equipo de expertos, quienes se encargarán de recopilar las pruebas, entrevistar a testigos y analizar todas las evidencias dentro de la aeronave, esto con el objetivo de determinar cuáles fueron las causas que provocaron el repentino desplome del avión, sin que los pilotos pudieran emitir alertas de socorro. Los investigadores revisarán factores como fallos mecánicos, errores de pilotaje o desorientación espacial debido a la meteorología.
La NTSB agregó que para determinar qué fue lo que sucedió con el avión accidentado, se recuperará la grabadora de datos de vuelos, esto para poder brindar información detallada sobre los últimos momentos que vivieron los pasajeros del vuelo. Las autoridades resaltan que el análisis de las cajas negras y los datos del radar serán cruciales para reconstruir las causas que provocaron el lamentable accidente en el que murieron 10 personas.
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