Marco Antônio Bocker Jacob, de 61 años, murió tras ser linchado por habitantes del poblado de Tramandaí, en Brasil, tras ser señalado como el principal sospechoso del secuestro y abuso sexual de un niña, de 9 años de edad, que fue localizada con las manos atadas en un cuarto oculto con unas cajas de cerveza y refrescos al interior de una tienda, de la cual era el dueño.
De acuerdo con las investigaciones de la Policía, la desaparición de la niña fue registrada la noche del martes 25 de febrero, alrededor de las 19:00 horas. Según declaraciones de los padres de la menor, la pequeña había ido a la tienda con la promesa de obtener un helado, pero nunca regreso.
Los familiares iniciaron su búsqueda, incluidas campañas en línea y el uso de un camión con sonido en la región. A la mañana siguiente, la Policía recibió el reporte de la desaparición por lo que al llegar al establecimiento, los agentes escucharon los gritos de la víctima y comenzaron a retirar las cajas de las botellas de refrescos y cervezas. Al ingresar al cuarto, los elementos policíacos hallaron a la niña adentro de un pozo de aproximadamente 50 centímetros de ancho y un metro de profundidad. El espacio estaba cubierto por una tapa de hormigón.
Multitud agredió a oficiales que intentaron detener el linchamiento
La niña se encontraba con las manos atadas por lo que fue rescatada y llevada a un hospital para recibir atención médica. En su declaración, la pequeña relató que sufrió abusos sexuales por parte del hombre.
Durante el rescate, al menos 40 personas se reunieron afuera del establecimiento y al identificar al sospechoso ingresaron a la tienda para destrozar el lugar y el vehículo del presunto abusador sexual. La policía militar informó que intentó intervenir para llevarse detenido al hombre de 61 años de edad, pero no pudo contener a la multitud enardecida.
Añadió que un policía fue golpeado en el brazo con una botella mientras intentaba detener el linchamiento. Sin embargo, no lo logró por lo que el hombre no sobrevivió a agresión de la población y murió en el lugar.
De acuerdo con la Policía, Marco Antônio Bocker Jacob tenía un amplio historial delictivo por lo que ya había sido procesado por feminicidio, tráfico de drogas, robo de vehículos, maltrato animal y lesiones corporales. Testigos relataron que el hombre solía ofrecer dulces a los niños que jugaban cerca de su negocio.
La Policía Civil abrió una investigación para determinar la participación de otras posibles personas implicadas en el secuestro de la niña. La investigación también identificará a los responsables de la muerte de Jacob, quienes podrían ser acusados de asesinato. El plazo para concluir las investigaciones es de 30 días.
El caso de la menor tuvo un impacto internacional en las redes sociales, donde se difundieron imágenes y videos del rescate de la víctima, así como del linchamiento del sospechoso, además del reencuentro de la menor con sus padres. Estas fotografías y clips han generado una oleada de reacciones entre los internautas.
