El 10 de octubre de 2022, mientras trabajaba en el techo de un edificio de cuatro pisos realizando labores de mantenimiento en Ocala, Florida, el norteamericano Stephen Lambert sufrió una caída que cambió su destino y cambió su vida de manera drástica. El hombre de 39 años cayó de un andamio desde una altura prácticamente mortal y milagrosamente, sobrevivió para contarlo.
El incidente no fue poca cosa, pues la gravedad de las lesiones pusieron a Lambert en coma, situación médica en la que se encontró durante cinco semanas, cuando el hombre despertó no tenía recuerdo alguno de la horrible caída que sufrió. La falta de memorias relacionadas al incidente, según el trabajador, fue una forma en la que su mente lo ayudó a bloquear la traumática experiencia.
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Si bien el incidente no dejó huella en los recuerdos de Stephen Lambert, la situación sí afecto de manera significativa su cuerpo, pues no salió ileso del accidente. Tres hemorragias cerebrales y 23 huesos rotos, incluyendo todos los huesos del rostro, fueron las secuelas físicas que pusieron al norteamericano al borde de la muerte.
"Me fracturé partes del cuello, la muñeca, el fémur, la cadera y varios otros huesos”, expresó el sobreviviente en una entrevista para el medio New York Post
Le tuvieron que poner placas metálicas en el rostro
La recuperación de Lambert fue larga y llena de contratiempos, pues incluyó varias cirugías, entre ellas la colocación de placas metálicas en su rostro, muñeca, antebrazo y cadera, todo esto mientras los médicos y la familia del hombre accidentado se preocupaban por dos aspectos claves, salvar la vida de Stephen y mantener su sobriedad.
Por si la gravedad de la situación no fuera suficiente, los médicos encargados del caso se encontraron con una complicación más, desde 2020 Stephen Lambert se encontraba en un proceso de rehabilitación, esto tras un consumo constante de estupefacientes durante casi 2 décadas.
Rechazó usar analgésicos tras caer de cuatro pisos
“Podría haber tenido muchas excusas para tomar pastillas para el dolor, pero no iba a poner en riesgo mi sobriedad", aseguró Lambert, quien al despertar del coma se rehusó a consumir analgésicos y durante su larga rehabilitación física continuó asistiendo a reuniones de recuperación de adicciones al menos cuatro veces por semana.
“Nunca pensé que podría ser quien soy hoy y tener a tantas personas que se preocupan por mí”, expresó el trabajador
Actualmente Stephen Lambert se encuentra agradeció a su familia por todo el apoyo en el proceso médico y a la compañía que lo contrató, empresa que no lo desamparó después de la caída a la que sobrevivió.