El Papa Francisco celebró esta mañana la Audiencia General continuando con su ciclo de catequesis sobre “los vicios las virtudes” donde habló sobre la lujuria que la definió como “el segundo demonio después de la gula y que está siempre agazapado a la puerta del corazón”.
“La gula es la voracidad hacia la comida, este segundo vicio es una especie de “voracidad” hacia otra persona, es decir, el vínculo envenenado que los seres humanos tienen entre sí, especialmente en el ámbito de la sexualidad”.
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El Obispo de Roma definió al enamoramiento como “una de las realidades más sorprendentes de la existencia”.
“Si no está contaminado por el vicio, el enamoramiento es uno de los sentimientos más puros. Una persona enamorada se vuelve generosa, disfruta haciendo regalos, escribe cartas y poemas. Deja de pensar en sí mismo para proyectarse completamente hacia el otro”.
Añadió que el enamoramiento puede contaminarse por el “demonio de la lujuria”.
“La lujuria, en cambio, se burla de todo esto: saquea, roba, consume de prisa, no quiere escuchar al otro sino sólo a su propia necesidad y placer; la lujuria juzga aburrido todo cortejo, no busca esa síntesis entre razón, pulsión y sentimiento que nos ayudaría a conducir sabiamente la existencia”.
Para el Sucesor de Pedro, añadió que el camino del amor “deber recorrerse lentamente” mientras que la lujuria “busca atajos”.
“El lujurioso sólo busca atajos: no comprende que el camino del amor debe recorrerse lentamente, y esta paciencia, lejos de ser sinónimo de aburrimiento, nos permite hacer felices nuestras relaciones amorosas”.
El Papa Francisco dijo que la pornografía socava el placer sexual.
“El placer sexual, que es un don de Dios, se ve socavado por la pornografía: satisfacción sin relación que puede generar formas de adicción. Debemos defender el amor de la mente, del cuerpo, el amor puro de darse el uno al otro y esta es la belleza de la relación sexual”.
Expresó que el amor entre un hombre y una mujer no es para “usarse el uno al otro, sino para amarse”.
“Esa belleza que nos hace creer que construir juntos una historia juntos es mejor que lanzarse a la aventura,(muchos don Juanes por ahí), cultivar la ternura es mejor que doblegarse ante el demonio de la posesión, el verdadero amor no posee, se dona. Servir es mejor que conquistar. Porque si no hay amor, la vida es triste soledad”.