En un movimiento muy poco ortodoxo, los maestros de Estados Unidos ahora piden que se les apruebe cargar un arma de fuego en el salón de clases para poder hacerle frente a los posibles tiradores, los cuales últimamente abundan en las escuelas del país norteamericano. Esta iniciativa se está peleando en dos ciudades, Uvalde, una localidad ubicada en el condado con el mismo nombre y parte de la entidad de Texas; además de Nashville, capital de Tennessee con una activa vida turística. Y es que más de medio millón de docentes dijeron estar dispuestos a estar armados en clase para poder fungir como protectores de los demás estudiantes. A pesar de ello, una encuesta ciudadanía realizada por Rand Corporation arrojó que la sociedad cree que sería más letal para los menores de edad.
Uvalde y Nashville tiene a todos los maestros de la zona preocupados
En la prensa internacional hemos visto como estos "baños de sangre" aterrorizan a los docentes de estas dos localidades. En la última encuesta realizada por Rand Corporation detallaron que una quinta parte de los entrevistados esta a favor de que los maestros estén armados, sin embargo, otros más dicen que este actuar solo les traería más peligro a los estudiantes y al demás personal administrativo. A la par, los republicanos en el Congreso del país norteamericano han presionado para gestionar aumentos salariales de hasta 25 mil dólares para los educadores armados.
La gente se cuestiona si es necesario o peligroso
Otro estudio realizado por Rand Corporation encontró que una quinta parte de los entrevistados está de acuerdo con armar a los maestros, pues esto les proporcionaría aulas más seguras. Sin embargo, más de la mitad cree que esto solo volvería más peligroso y tenso el ambiente dentro de las escuelas. De aprobarse, equivaldría que 550 mil de los tres millones de maestros adquirieran una K-12, dijeron los investigadores. Cabe destacar que dicha iniciativa se generó después de 300 tiroteos en escuelas estadounidenses que ocurrieron el año pasado. Se sabe que estos incidentes dejaron unas 330 personas muertas o heridas, según el estudio. Esta cifra incluye al hombre armado que mató a 19 niños y dos maestros en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, en mayo pasado.
Asimismo, en marzo pasado, la tiradora trans Audrey Hale irrumpió en una escuela de Nashville, donde disparó y mató a tres niños de nueve años y tres miembros del personal. Tras esto, los conservadores y los liberales han discutido durante mucho tiempo sobre si armar a los maestros disuadiría a los atacantes o les daría a los niños una mejor oportunidad en el imaginario atentado. Por su parte, los políticos republicanos en Texas, Tennessee y otros estados —propusieron este año— varios proyectos de ley para permitir que los docentes porten armas de fuego en clase.
Texas quiere aumentar el salario de los docentes que serán "centinelas"
De hecho, el plan del estado de Texas implicaba aumentar el salario de los docentes a 25 mil dólares si es que se convertían en los centinelas de la escuela y llegaban a portar un arma de fuego. Asimismo, sobre la línea de apoyar a los docentes, el expresidente Donald Trump —caracterizado por ser un fiel republicano que busca la presidencia nuevamente para 2024— respaldó armar a los maestros y puntualizó que los veteranos militares además de aquellos con entrenamiento en armas de fuego eran ideales para completar la tarea.
No todos están de acuerdo con la iniciativa
Un grupo de campaña que se autonombró "Todas las ciudades por la seguridad de las armas" por su compuesto en inglés "Everytown for Gun Safety", aseguró que más pistolas en las escuelas solo aumenta la posibilidad de que le disparen a alguien.
"Las escuelas son lugares para libros y mochilas, no para armas.", afirmó el grupo. Por su parte, Heather Schwartz, autora del informe RAND de 28 páginas, recaló que los maestros "están divididos sobre el polémico tema.", pues "incluso con la desafortunada regularidad de la violencia con armas de fuego en las escuelas de Estados Unidos solo el 5 por ciento de los maestros en general seleccionaron la violencia con armas de fuego como su mayor preocupación de seguridad".
Supuestamente los maestros blancos eran más propensos que los docentes de tez negra a decir que "armar a los educadores haría que las escuelas fueran más seguras". Asimismo, los profesores varones de las escuelas rurales eran los más propensos a decir que llevarían —personalmente— una pistola en la escuela, si se les permitiera. De hecho, aproximadamente la mitad de los educadores apoyaron otras formas de hacer que las escuelas sean más seguras, incluidos: candados en las puertas, tarjetas de identificación, cámaras y personal de seguridad. Solo el 5 por ciento de los institutrices dijo que estas medidas dañaron el ambiente escolar.
Las armas no son la única preocupación de los docentes
Aunque los maestros están alarmados por la violencia con armas de fuego, su mayor preocupación era el acoso escolar, según la encuesta nacional realizada a fines del año pasado.
"La violencia escolar cotidiana es una preocupación para los maestros", enfatizó Heather Schwartz. “La intimidación, no los tiradores activos, fue la principal preocupación de seguridad más común de los maestros, seguida de las peleas y las drogas”.
Debemos recordar que tan solo la semana pasada, familiares y seres queridos pudieron despedir a los 19 niños y dos maestros que fueron asesinados en la localidad de Uvalde, esto en el aniversario de la terrible masacre. De hecho ha habido al menos 25 incidentes de asesinatos en masa en los Estados Unidos. En lo que va de 2023 —que han dejado al menos 127 muertos—, sin incluir a los perpetradores que fallecieron, según una base de datos mantenida por la Universidad del Noreste. Este incidente convierte a este año en el peor desde 2006 en cuanto a la tasa de incidentes de matanzas masivas.
De hecho, las armas de fuego son la principal causa de muerte de niños en los Estados Unidos y, en lo que va del año, casi 600 menores de edad han muerto por la misma causa. A partir del 2020, la tasa de mortalidad por armas de fuego para niños menores de 19 años es de 5.6 por cada 100 mil muertes. El siguiente comparable es Canadá, con 0,08 por cada 100 mil muertes.