La Tierra tuvo su último movimiento de las placas tectónicas hace 200 millones de años cuando el supercontinente llamado Pangea se fragmentó para quedar los cinco continentes que actualmente están dentro del planeta. Sin embargo, parece que nuevamente el mundo tendrá un reacomodo en su estructura cuando surja otro supercontinente.
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Previo a la Pangea, en la Tierra se formaron siete diferentes tipos de supercontinentes, por lo que este sería el número nueve el cual tendría consecuencias fatales para la vida, revelaron investigadores del Instituto Goddard de Estudio Espaciales de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
De acuerdo con los científicos, desde que la Pangea sufrió la ruptura de su estructura surgió el Anillo de Fuego que comprende una zona a los largo del Océano Pacífico, el cual es la principal causante de devastadores terremotos que afectan y generan que las placas de la Tierra sigan en movimiento y por consecuencia ayude a crear el nuevo supercontinente.
¿Qué consecuencias tendrá el nuevo supercontinente?
Los científicos afirmaron que crearon una simulación para predecir el clima del nuevo supercontinente y a través del análisis indicaron que habrá temperaturas que irán a la baja al grado de que provocarán una nueva Edad de Hielo. Al congelarse casi todo el nuevo supercontinente, la biodiversidad que actualmente habita el planeta sería devastada sobre todo en las zonas tropicales.
Pero con la vida que terminaría, también surgirá una nueva con varias especies que se adapten a los climas extremadamente gélidos que permanecerán en la Tierra alrededor de 100 millones de años. Sobre el tiempo en que comenzará la formación del nuevo supercontinente se cree que suceda algunos millones de años más adelante.
Los científicos de la NASA consideran que el nuevo supercontinente se forme dentro de aproximadamente entre 200 y 250 millones de años, aunque consideran que la formación de los supercontinentes surgen a través de ciclos regulares que comprende una vez cada 600 millones de años.
Los constantes sismos ocurridos en el planeta son parte del proceso para el reacomodo de las placas tectónicas que en este caso se van uniendo para formar el nuevo supercontinente como hace 310 millones de años se formó la Pangea que comenzó a separarse hace 175 millones de años.
Desde el punto de vista biológico la Pangea es relevante porque cuando los continentes estuvieron unidos la fauna pudo atravesar de una región a otra, de esa manera se contó con una fauna más homogénea. “Cuando los continentes se separaron surgió la diversificación”, señaló Michelangelo Martini, académico del Instituto de Geología de la UNAM.
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RMG