Después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra Vladimir Putin por crímenes de guerra en Ucrania, surge la interrogante de si es posible que el presidente ruso vaya a estar algún día en el banquillo de los acusados en La Haya.
Los 123 países que firmaron el Estatuto de Roma están obligados a ejecutar los mandatos de detención contra Putin y María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos de la Infancia en Rusia, también objeto de una orden de arresto. La detención ocurría en el caso de que alguno de los dos viaje a alguno de estos países.
"Es verdad", declaró el fiscal de la CPI, Karim Khan, al ser preguntado si Putin podría ser detenido, pero la Corte fundada tras el Estatuto de Roma no cuenta con un cuerpo policial propio.
La ejecución de los mandatos depende de la cooperación internacional, según el presidente de la CPI, el jurista polaco Piotr Hofmanski.
Matthew Waxman, profesor de la Escuela de Derecho de Columbia, declaró que ésta es una "etapa muy importante para la CPI, pero que las posibilidades de que Putin sea arrestado algún día son pocas".
A modo de ejemplo, el exdirigente sudanés Omar al Bashir viajó por varios Estados africanos, pese a que la CPI había emitido una orden de arresto en su contra.
Un tema clave es que ni Rusia ni Ucrania son miembros de la CPI. El tribunal internacional solo puede procesar ahora a Putin porque Ucrania aceptó la jurisdicción de la CPI en el contexto actual. Rusia ya rechazó la orden de arresto y afirmó que no va a cooperar.
"Rusia, como cierto número de Estados, no reconoce la competencia de ese tribunal, y en consecuencia, del punto de vista de la ley, las decisiones de ese tribunal son nulas", declaró el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.
Es poco probable que Putin vaya al banquillo de los acusados, salvo que haya un cambio de régimen en Rusia, declaró Cecily Rose, profesora adjunta de derecho internacional en la Universidad de Leiden, en los Países Bajos.
Khan afirmó que hay varios dirigentes políticos y militares que han sido juzgados por crímenes de guerra.
"Hay muchos ejemplos de personas que pensaban que estaban por encima de la ley y que se encontraron ante un tribunal", señaló el fiscal jefe de la CPI, quien citó los casos del exdirigente serbio Slobodan Milosevic, el liberiano Charles Taylor, Radovan Karadzic o Ratko Mladic.
La CPI condenó a Taylor, un ex señor de la guerra convertido en dirigente de Liberia, por crímenes de guerra y contra la humanidad en 2012.
Milosevic murió en su celda de La Haya en 2006 mientras era juzgado por genocidio en el tribunal para la ex-Yugoslavia.
El exlíder serbio de Bosnia, Karadzic, fue finalmente capturado en 2008 y condenado por genocidio por el mismo tribunal, y su jefe militar Mladic fue detenido en 2011 y condenado a cadena perpetua.
La CPI no puede juzgar a los sospechosos en ausencia, pero Khan explicó que el tribunal tiene otros métodos para avanzar las causas.
Un ejemplo es la vista celebrada para confirmar los cargos contra Joseph Kony, líder del Ejército de Resistencia del Señor, que lanzó una sangrienta insurgencia en Uganda, pese a que el acusado está en libertad.
Con información de AFP
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