La imprudencia de un visitante a un zoológico en Honduras casi le cuesta perder uno de sus brazos luego de meterlo a la jaula de un león que aprovechó la oportunidad para morderlo y tratar de arrancarlo para posiblemente comerlo.
Las fuertes imágenes fueron compartidas a través de las redes sociales por el medio local El Espectador HN, que según informó, el paseante que acudió al zoológico Rosy Walther metió el brazo dentro de los barrotes de la jaula del felino para intentar acariciarlo.
El aparatoso accidente ocurrió en el zoológico ubicado dentro del Parque Nacional El Picacho en Tegucigalpa, Honduras. El paseante violó las barreras de seguridad para acercarse sin permiso a la jaula del león quien es conocido como “Simba”.
El ataque del león quedó grabado
Cuando intentó acariciar al animal salvaje, el hombre de pronto fue sorprendido por el león que de inmediato mordió el brazo izquierdo del visitante para no soltarlo durante algunos minutos. En el clip de menos de 20 segundos de duración, se observa como alguien graba a lo lejos de la jaula el desesperante ataque del felino.
Algunos de los usuarios de las redes sociales calificaron la acción del hombre como una imprudencia, ya que al violar las normas de seguridad, estuvo a punto de perder el brazo e incluso atentar contra su vida por la violencia como perdería el brazo.
En el metraje se escuchan los gritos de los demás visitantes al Parque El Picacho quienes aterrados ven con impotencia la escena:
“Usted váyase, váyase… María váyase con los niños… Ay no, se va a romper”, dice una mujer desesperada.
Una persona llega hacia donde el hombre sufre los embates del león, y trata de ayudarlo para que el felino suelte el brazo que no deja de morder. En Twitter fueron compartidas imágenes de las fuertes heridas que sufrió el visitante del zoológico que por su fortuna, logró zafarse de la mandíbula del animal, aunque quedó gravemente herido.
Se desconoce cuál es la condición de salud del paseante que quedó con un agujero en el costado de su brazo y con la piel rasgada en el resto de su extremidad que el león no logró arrancarla para comerla.
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