Amerie Jo Garza fue una de las víctimas del tiroteo en Texas del pasado martes. La pequeña será recordada como una heroína: recibió el disparo mientras llamaba desde su celular al 911 para avisar a la policía y tratar de salvar la vida de sus compañeros.
Cursaba cuarto grado y algunas horas antes de la masacre fue nombrada integrante del cuadro de honor de la Escuela Primaria Robb Elementary en Uvalde, Texas. La menor se hizo su última foto con el certificado escolar.
Durante 7 horas, su padre, Ángel Garza, luchó por encontrar a su pequeña. Incluso, pidió la ayuda de sus amigos en Facebook.
"Gracias a todos por las oraciones y la ayuda para tratar de encontrar a mi bebé. La hallaron. Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles de arriba", publicó Garza, quien posteriormente habló con CNN sobre cómo se había enterado que su hija se encontraba entre las víctimas del tiroteo.
Garza señaló que hace 2 semanas su hija había cumplido 10 años. La familia le regaló un celular que desde hace tiempo Amerie había pedido; fue el mismo teléfono con el que intentó llamar a las autoridades durante el tiroteo, según informaron 2 estudiantes a su padre.
Asimismo, Garza explicó que él trabaja como asistente médico y respondió a la escena de la masacre, donde vio a una niña cubierta de sangre, “de pies a cabeza”, por lo que no dudó en ayudarla; sin embargo, la nena se encontraba bien, solo que estaba “histérica” porque “alguien le había disparado a su mejor amiga”. Cuando Garza preguntó quién era su amiga, la niña dijo el nombre de su hija.
“Era tan dulce, era la niña más dulce que no hacía nada malo. Escuchaba a su madre y a su padre, siempre se cepillaba los dientes, era creativa, hacía cosas para nosotros, nunca se metía en problemas en la escuela. Sólo quiero saber qué hizo para ser una víctima”, exclamó.
“Quiero que sepan que solo estaba haciendo lo correcto, solo intentaba llamar a los policías. Tenía tanto miedo de los extraños y cosas como estas. Ella solo estaba tratando de ayudar a todos”, agregó.
La familia ha estado tratando de lidiar con la muerte de la pequeña. Su hermanito de 3 años ha estado preguntando por Amerie todas las mañanas cuando se despierta.
"Le dijimos que su hermana ya está con Dios y ya no estará con nosotros", contó entre lágrimas.
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