La noche de este miércoles, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió de una operación militar especial en Ucrania y poco después tomó acción. Desde entonces el mundo condenó los hechos y quedó consternado con las imágenes de las explosiones cerca de varias ciudades del país europeo; sin embargo, por la mañana se habló de la toma de Chernobyl.
El gobierno ucraniano anunció que las fuerzas rusas tomaron la central nuclear tras encarnizados combates en el primer día de la ofensiva rusa contra este país que formó parte de la extinta Unión Soviética.
"Después de una feroz batalla perdimos el control del sitio de Chernobyl", indicó Mijailo Podoliak, consejero en jefe del despacho del presidente Volodomir Zelenski, después de que el gobierno diera parte de combates cerca del depósito de residuos nucleares de la central siniestrada en 1986.
Se desconoce el estado de las instalaciones
Tras la pérdida del control de esta zona que está muy contaminada, se desconoce el estado de las instalaciones de la central, de la cubierta que aísla al reactor accidentado y de un depósito para el combustible nuclear, indicó el alto funcionario.
"Después de este ataque absolutamente insensato de los rusos, no es posible decir que la planta nuclear esté a salvo", agregó Podoliak.
"Esta es una de las mayores amenazas para Europa actualmente", afirmó, estimando que los rusos podrían organizar actividades de "provocación" en el lugar para culpar a Ucrania.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó en un comunicado que seguía "la situación con gran preocupación" y pidió "la máxima moderación para evitar cualquier acción que ponga en peligro los sitios nucleares del país".
En el caso de Chernobyl, el organismo de la ONU no fue informado por su homólgo ucraniano de "destrucciones".
"Es de vital importancia que las operaciones en esta zona no se vean afectadas o interrumpidas de ninguna manera", insistió su director general, Rafael Grossi.
¿Qué pasó en Chernobyl, por qué es peligroso el lugar y dónde se ubica?
La central sufrió el peor accidente nuclear de la historia el 26 de abril de 1986 cuando explotó uno de los reactores en una época en la cual Ucrania formaba parte de la Unión Soviética, cuya capital era Moscú.
El desastre que contaminó tres cuartas partes de Europa, golpeó especialmente a Ucrania, Rusia y Bielorrusia, otra exrepública soviética.
Tras el siniestro de esta planta ubicada a una centena de kilómetros de Kiev, 350 mil personas tuvieron que ser evacuadas en un perímetro de 30 kilómetros y hasta hoy hay controversias sobre el balance de víctimas.
La ciudad que entonces fue construida junto a la central nuclear fue Pripyat y era el modelo de modernidad de aquella época, pues contaba con todos los lujos que el entonces gobierno soviético ofreció. Sin embargo, tras el desastre quedó abandonado y hoy en día sus restos son como un escenario de terror.
La naturaleza ha reclamado su espacio invadiendo mucha de la infraestructura que ahí se edificó y que hoy luce fantasmal. Su apariencia es tal que le han dedicado muchas producciones cinematográficas y hasta series.
Con información de AFP
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