Las autoridades peruanas confiaban ayer en que las violentas protestas, tras la destitución del presidente Pedro Castillo comiencen a ceder, en tanto Estados Unidos llamó a emprender reformas para salvaguardar la democracia.
"Las informaciones que tenemos es que están funcionando las medidas que hemos tomado, es decir, se están recuperando carreteras, se están habilitando aeropuertos y también está disminuyendo la violencia de las personas que se manifestaban en la calle", dijo el primer ministro, Pedro Angulo.
Las protestas –más intensas en el sur andino, región golpeada por la pobreza, desigualdad y con demandas sociales postergadas– exigen la libertad de Castillo, preso e investigado por rebelión, tras su fallido intento de autogolpe de Estado.
"Instamos a las instituciones democráticas de Perú a realizar las reformas necesarias durante este momento difícil", dijo en Twitter el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, sobre una conversación que sostuvo el viernes con Boluarte, quien reiteró que no renunciará.
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