La Asamblea General de la ONU abrió ayer una sesión especial para discutir las anexiones rusas en Ucrania, en medio de una fuerte alarma por los bombardeos llevados a cabo unas horas antes por tropas de Moscú.
Esa ofensiva marcó el inicio de una reunión en la Asamblea General, que se espera dure varios días y que culminará con el voto de una resolución para condenar los referendos de anexión organizados en cuatro regiones de Ucrania (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón).
Al respecto, los países que intervinieron ayer condenaron esas consultas y denunciaron su carácter ilegal, dejando claro que no cambian en nada el estatus de esas zonas, que siguen siendo parte de Ucrania.
Ese es el mensaje principal del borrador de resolución presentado por Ucrania y sus aliados, que demanda a Moscú que dé marcha atrás a esas acciones y le exige que retire sus tropas inmediatamente y sin condiciones del país vecino.
El texto se preparó después de que Rusia vetara uno similar en el Consejo de Seguridad, lo que llevó a Occidente a acudir a la Asamblea General, donde nadie puede bloquear en solitario una decisión.
Moscú acusó a Estados Unidos y a Europa de buscar con este movimiento una "escalada" para que el conflicto continúe.
MBL