ESTADOS UNIDOS

9/11: Este es el gran secreto que Estados Unidos ocultó tras el ataque terrorista de 2001

La senadora demócrata Diane Feinstein fue la principal impulsora de un informe de 6 mil 700 páginas que hasta la fecha supone la mejor fuente de información.

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Por su parte, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a desclasificar documentos relacionados con el 11-S. Foto: AFP

Han pasado 20 años de los ataques del 9/11, las torturas de la CIA siguen clasificadas como un "alto secreto" en Estados Unidos, la cárcel de Guantánamo permanece abierta, asimismo, algunos de sus antiguos presos han vuelto al poder en Afganistán con el regreso de los talibanes

A falta de una versión oficial de uno de los episodios más oscuros de la historia de Estados Unidos, a continuación presentaremos algunas historias que forman parte de este rompecabezas sin terminar. 

La senadora que investigo a la CIA

La senadora demócrata Diane Feinstein fue la principal impulsora de un informe de 6 mil 700 páginas que hasta la fecha supone la mejor fuente de información sobre las cárceles clandestinas de la CIA  y los abusos que se cometieron contra supuestos miembros de Al Qaeda bajo el mandato de George W. Bush (2001-2009). 

"El programa de torturas de la CIA fue un error terrible. No solo contradecía nuestros valores, sino que no sirvió para lograr información valiosa de inteligencia". 

Secretos escondidos

La senadora logró que en 2014 se hiciera público un resumen de 525 páginas, pero la versión íntegra permanece clasificada. 

El informe fue grabado en unos discos, que a continuación fueron metidos en sobre con la frase "alto secreto" y guardados en cajas fuertes de la CIA, el Pentágono y los Departamentos de Estado y de Justicia, donde aguardan a que algún presidente los desclasifique. 

Cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca (2009-2017) prohibió el programa de torturas, pero rechazó hacer público el informe por miedo a que avivara la ira contra EU en muchas partes del mundo. 

Pese a los riesgos, Feinstein cree que Estados Unidos debe hacer examen de conciencia para evitar que las torturas se repitan: 

"Sigo creyendo que para evitar que el informe completo de 6 mil 700 páginas debería ser desclasificado y creo que un día lo será. Es una lección crítica que nunca debemos olvidar". 

Por su parte, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a desclasificar documentos relacionados con el 11-S, siempre y cuando, estos no afecten la seguridad del país

Con ello, las expectativas sobre la desclasificación del informe se reducen, asimismo, se rumorea que aparecen los nombres de los miembros del Gobierno de Bush implicados en el programa de torturas. 

Inútil Brutalidad

El resumen del reporte que se hizo público en 2014 ya reveló que las técnicas de la CIA fueron más brutales de lo que creían los responsables políticos e incluían ahogamientos simulados conocidos como "waterboarding", baños de agua congelada, privación del sueño y alimentación e hidratación rectal. 

El agente del FBI que se oponía a la tortura

El ex agente del FBI Ali Soufan fue testigo de algunos de estos abusos y aseguró para la agencia EFE, que la fuerza y la violencia de la CIA no sirvió para nada. 

"No es solo que la tortura no funcionara, la tortura también tuvo un coste. Dañó la reputación y el prestigio moral de EU. También costó vidas", aseveró Soufan

Musulmán y de nacionalidad libanesa y estadounidense, Soufan tenía otra forma de obtener información cuando interrogaba a miembros de Al Qaeda

Él usaba una especie de "juego de póquer" en el que establecía una relación con los sospechosos invitándoles un té o debatiendo sobre el Corán para que entraran en confianza y así poder hacerlos caer en alguna mentira, o lograr que revelaran secretos por sí solos. 

Una de las personas a las que interrogó Soufan fue al yemení Salim Ahmed Hamdan, al que EU encerró en Guantánamo por supuestamente haber sido chofer de Osama Bin Laden

Guantánamo y la abogada defensora de sus presos 

Hamdan fue sentenciad a cinco años y medio de prisión por unas polémicas comisiones que funcionaban al margen de la justicia civil y militar; y una de las abogadas encargadas de defenderle fue Andrea Prasow, actual subdirectora en Washington de Human Rights Watch (HRW)

Prawson también representó a diez saudíes en Guantánamo y lo que más recuerda de ese tiempo es la frustración ante las dificultades para obtener justicia. 

"Te sientes absolutamente impotente como abogado cuando representas a quienes están detenidos en Guantánamo. Otra gente controla  sus condiciones de vida, otra gente controla su detención y las cosas que puedes hacer como abogado son muy pocas comparadas con las necesidades diarias que tienen", explicó Prawson

En su momento, el ex presidente Barack Obama aseguró que tenía la intención de cerrar Guantánamo; sin embargo, eso nunca ocurrió. 

Por su parte, el actual presidente Joe Biden también ha dicho que pretende cerrar la cárcel, pero ha optado por un enfoque más discreto al de Obama, quien se topó con una intensa oposición por parte de los republicanos del Congreso. 

Lo que hizo Obama durante su administración, fue transferir presos a terceros países y en 2014 intercambió a un militar estadounidense por cinco altos cargos del régimen talibán que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001

Años más tarde, esos cinco insurgentes pasaron a formar parte de la delegación de los talibanes que negoció la retirada de Estados Unidos de Afganistán y algunos de ellos han ido adquiriendo puestos de responsabilidad. Por ejemplo Mohammad Nabi Omari ha sido nombrado gobernador de la provincia de Khost

Aunque la historia de las torturas de la CIA no ha sido escrita, el presente e incierto futuro de Afganistán, impedirá a Estados Unidos olvidar su guerra sucia contra el terrorismo. 

 

 

 

EFVE