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Familias afroamericanas denuncian que a sus desaparecidos los ignoran, a diferencia del caso Gabby Petito

Los integrantes de la comunidad afroamericana se sienten desplazados ante la falta de atención por parte de las autoridades

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David y Daniel Robinson en una imagen familiar. Fuente: Especial

Familias afroamericanas han mostrado su desánimo y frustración por el olvido al que son sometidos por parte de las autoridades en el sentido de no enfocarse en encontrar a personas desaparecidas que ya tienen tiempo sin poder ubicar, contrario a lo que ha sucedido recientemente con el caso de la youtuber Gabby Petito, quien se ha llevado los reflectores de las autoridades para dar con su paradero y hacer justicia por su desaparición.

Un caso evidente es el que actualmente padece la familia de David Robinson, quien ha estado en Arizona durante los últimos tres meses buscando a su hijo de tan solo 24 años de nombre Daniel, quien desapareció en el desierto mientras viajaba en una camioneta de su propiedad el pasado 23 de junio.

Robinson, quien vive en Carolina del Sur, tuvo que contratar a un investigador privado y reclutar a un grupo de voluntarios para dar con el paradero de su hijo, mientras que las autoridades avanzan a paso lento en cuanto a su actuación, contrario a lo que ha sucedido con el caso de la joven Gabby Petito, quien desde el momento de la desaparición en las montañas de Wyoming ha contado con el apoyo de la policía e incluso de los medios de comunicación para esclarecer su caso.

Robinson por su parte informó que simpatiza con la familia de Petito y desea que pronto reciba justicia, sin embargo, también alertó por las probables omisiones en cuanto a la búsqueda no solo de su hijo sino de personas afroamericanas y latinas que quizá no reciben el mismo trato que cuando se trata de una persona anglosajona, lo cual calificó como ‘doloroso’.

Al igual que Robinson, decenas de familias latinas y afroamericanas buscan desde hace tiempo a algún familiar desaparecido, y aunque argumentan que han luchado por obtener atención justa, con el reciente caso de la joven Petito, lejos de sentirse apoyados, se sienten segregados por el color de su piel.

Este problema no es nuevo, durante varios años, diversas comunidades han tomado acciones y levantado la voz para realizar manifestaciones con el fin de impulsar investigaciones independientes, con el apoyo de activistas sociales, comunidades afectadas por la lentitud de las investigaciones y desde luego con legisladores que apoyan sus causas y llevar el problema ante el Congreso de los Estados Unidos.

Volante de búsqueda de la joven Gabby Petito Foto: AFP

Una cuestión de color y de falta de justicia

Mientras tanto, algunos activistas han señalado que la nación enfrenta el ‘síndrome de las mujeres blancas desaparecidas’, refiriéndose a un mejor trato y mediatización de los casos de mujeres y niñas anglosajonas en comparación con otros grupos raciales, hecho que desde luego condenan y rechazan.

Lo anterior fue acompañado por un estudio elaborado por la Facultad de Derecho de la Universidad Northwestern en el 2016, en dicho estudio se señala que las personas desaparecidas pertenecientes a grupos raciales afroamericanos, tienen desafortunadamente menos probabilidades de atraer la atención de los medios de comunicación y reciben menos cobertura en comparación con otros grupos raciales.

Este racismo y prejuicio permea por encima del acceso a la justicia, lo que a la larga genera desigualdad, entorpecimiento en las investigaciones.

De acuerdo con el Buró Federal de Investigación (FBI), los casos de mujeres blancas desaparecidas reciben más atención y urgencia, las personas de color desaparecen a un mayor ritmo. En 2020 las personas de color representaron el 35 % de personas desaparecidas, pero solo el 13 % de la población total, en contraste con las personas blancas, quienes representan un 54 % de investigaciones por desaparición, equivalente al 76 % de la población de los Estados Unidos.  

Para David Robinson, el actuar de la policía no le dice nada y por el contrario, señala que si su hijo Daniel fuera blanco, la policía sin duda trabajaría más duro para encontrarlo.