“Le precedieron en la muerte más de 4,531,799 personas infectadas con Covid-19”, es lo que se lee en el obituario de Candace Cay Ayers, de 66 años, quien falleció el 3 de septiembre.
El mensaje que se incluyó en el obituario de la mujer originaria de Springfield, Illinois, tiene como fin generar conciencia entre las personas que han optado por no ponerse a la aplicación del biológico, ya que la familia de Candace Cay Ayers considera que consecuencia de la población que decide no vacunarse ocasionó la muerte de la mujer de 66 años.
La mujer contaba con el esquema completo de vacunación, ya que recibió el fármaco desarrollado por Moderna en marzo, pero perdió la vida la semana consecuencia de que se contagió de coronavirus.
Candace Cay Ayers se contagió de coronavirus en julio tras visitar a un amigo en Mississippi que no estaba vacunado y su esposo había perdido la vida a consecuencia del virus.
Marc Ayers, de 36 años, hijo de Candace Cay, relató para USA Today que su mamá estaba molesta con las personas que no querían vacunarse y tampoco querían usar cubrebocas.
Añadió: “Ojalá hubiera una mejor ciencia en ese momento que dijera que tal vez deberían quedarse en casa, tal vez estas precauciones son buenas para las personas normales, pero [no] para los inmunodeprimidos. Ojalá los médicos no hubieran autorizado a mi madre a viajar a Mississippi”.
Tanto Ayers como su esposo dieron positivo a Covid-19 después de que regresaron de su viaje en julio -ella padecía artritis reumatoide preexistente-, ingresó al hospital con neumonía y posteriormente, le fue colocado un respirador.
“La última semana que estuvo viva, sus pulmones estaban completamente blancos en la radiografía, se habían llenado completamente de líquido e infecciones”, describió Marc para New York Post. Al estar tan deteriorada su salud, los médicos aconsejaron a la familia que se le retirará el respirador y en cuestión de minutos falleció.